La escritora jalisciense Celia del Palacio reedita su novela de 2008 No me alcanzará la vida, centrada en la figura de Miguel Cruz Aedo, un poeta que dejó las letras para defender sus ideas liberales en el siglo XIX. “Es bastante menos conocido que el resto del grupo al cual pertenecía, en el que estaban José María Vigil, Ignacio Ruiz Vallarta y Aurelio L. Gallardo, quienes abrieron la discusión literaria y política, en Jalisco”, explica.
Del Palacio rescata la manera como estos personajes utilizaban "todos los recursos que tenían a la mano para defender sus ideas”. Ambientada unos años antes de la Guerra de Reforma, se narra desde el punto de vista de dos mujeres que se encandilan con el poeta, una viuda que llega a Guadalajara y entra en contacto con los liberales y una historiadora que en la época actual también se rinde ante el encanto de Cruz Aedo.
Además de una apasionante historia de amor, la novela refleja el clima de polarización que se vivió en ese momento en Jalisco y en todo el país, cuando las familias se dividieron, los padres dejaron de apoyar a sus hijos por tener ideas liberales y el enfrentamiento entre conservadores y liberales era tal, que incluso la mujeres se insultaban en la calle por ser de un bando o el otro, apunta la autora.
Miguel Cruz Aedo ha conmovido a la autora, pues murió joven, es poco conocido aunque escribió varios libros; fundó la primera revista literaria de Guadalajara y defendió a muerte sus convicciones.
"Él y el grupo al que pertenecía, fueron los primeros poetas románticos de Guadalajara, tenían ideas políticas como que la Iglesia era culpable de muchas de las miserias del pueblo, porque por ejemplo, no permitía una educación libre, los curas seguían repitiendo las viejas ideas del siglo XVII, que tenían que obedecer y memorizar; ellos estaban en contra de eso, creían que debían tener libertad de pensamiento, de acción y lucharon por eso”.