Este libro es tan efectivo, que la misma autora, años después de haberlo publicado, lo usó como "tanatólogo de buró", aquella idea con la que comenzó a escribir. "Después de ver a mis pacientes, sabía que viene la noche, cuando uno está enfermo o doliente es la peor parte y yo pensaba, 'cómo no hay una guía, un barandal para que se puedan sostener en él'. Así que decidí hacer este libro, aplicado a nuestra idiosincrasia, a la importancia de la familia, de nuestros valores, tradiciones, me tomó un año escribirlo y cuando Grupo Planeta me dijo que lo iba a publicar, me puse a dar saltos", recuerda en entrevista con El Sol de México la tanatóloga Gaby Pérez Islas.
Han pasado 10 años de la primera edición de Cómo curar un corazón roto y para celebrarlo, aparece una nueva entrega con un capítulo extra a propósito de la pandemia, que presentará el 3 de diciembre en el Salón 8 de la Expo Guadalajara, a las 17:00 horas, en el marco de la FIL Guadalajara, la feria del libro más importante de Latinoamérica.
Un podcast (Después de la pérdida) y un canal de YouTube (Gaby tanatóloga) complementan la labor de difusión de un conocimiento que, "con la pandemia se volvió urgente, no todo mundo puede o quiere tomar una terapia, pero sí puede acceder a un video, a un podcast y a un libro. Mis lectores van a estos medios y los que llegan a los medios, recurren a mis libros, es el círculo perfecto, porque sé que mis libros van a llegar a muchas manos y cumplir esta misión de tratar de apapachar el alma".
En el capítulo extra, la autora habla de las muertes repentinas y cómo despedirse cuando las circunstancias del momento nos impidieron acompañar a los seres queridos que murieron a causa de la pandemia, pero todo el libro resulta útil para los lectores, pues nadie escapa al ambiente de incertidumbre de lo desconocido, como en el caso de la emergencia sanitaria.
"Todos hemos vivido la pandemia con angustia, hay mucha gente que sufre ataques de pánico, se siente muy insegura, está agresiva, con el reflector puesto hacia afuera, a lo que está haciendo el otro, si se pone el cubrebocas, si dejo esto o lo otro, prestos a lanzarnos a la yugular de cualquiera y estamos perdiendo un poco la estabilidad. Al principio de esta pandemia, todos queríamos centrarnos en nosotros y como ya duró demasiado, estamos perdiendo ese centro, es lo que yo percibo", comenta.
Además de tener interés en que "los dolientes tengan voz y sean escuchados", por lo que incluye en todos sus trabajos de divulgación de la tanatología testimonios de pacientes suyos, para Gaby Pérez Islas es importante compartir un mensaje, "que la vida no nada más vale la pena vivirse cuando es disfrutable y es la que tú quieres que sea, sino la que es, porque en la pérdida y en el dolor hay grandes aprendizajes que no debemos de saltarnos".
Muchos lectores han sido tocados por este libro. Incluso su autora. "En estos 10 años murieron mis padres, primero mi papá y después mi mamá y me apoyé de la tanatología, probé como nunca que esta herramienta sirve, no es una vacuna contra el dolor, es un acompañamiento, una filosofía de vida, lo que te da el empujoncito cariñoso a que regreses a las vías de tu vida. Leí Cómo curar un corazón roto como doliente, no como la persona que lo había escrito y me ayudó, con esa congruencia hoy puedo pararme frente a los lectores y decirles 'este libro sí te entiende y sí te ayuda'".