Traducida a 20 idiomas, la novela El consentimiento (Lumen, 2019) es una suerte de liberación. Un respiro para Vanessa Springora (París, 1972), quien relata la relación amorosa y sexual que tuvo en la infancia con el pedófilo confeso Gabriel Matzneff y para los lectores víctimas de abusos sexuales que encuentran en esta historia un testimonio real.
“Yo hago dos cosas con este libro; por un lado escribir una obra literaria para relatar hechos reales, pero también un testimonio importante para lectores que pudieran ser víctimas de algo similar, es importante dar acceso a través de la literatura a las personas para que rompan el silencio, no hay nada peor y destructivo que una vida de silencio”, dice la editora francesa acerca de su primera novela.
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Springora relata la relación que mantuvo con el escritor Matzneff cuando ella tenía 13 años y él 49. En un acto de sinceridad, revela no sólo situaciones íntimas sino la manera en que la adolescente se fue convirtiendo en un objeto sexual y de “inspiración literaria”. La novelista concluye la historia cuando se da cuenta de que es parte de la práctica pedófila de Matzneff quien en sus libros narraba sus aventuras con ella y otros menores de edad en diferentes países.
Springora ha dicho que le tomó años entender el delito del que había sido víctima, y mucho tiempo más para concebir una narración pública de los hechos; a un año de su publicación la novela ganó el Gran Premio de las Lectoras de Elle y el Premio Jean-Jacques Rousseau en Francia.
“Es un libro que en primer lugar he escrito para mí; es un libro que llevaba en mi interior 30 años y de hecho aquellos acontecimientos me alejaron de la literatura, durante muchos años me dediqué a otra cosa, pasó el tiempo y en el momento en que mi hijo llegó a la adolescencia fue cuando me di cuenta de que lo que yo percibía no era real, y me pareció increíble que en años recientes Matzneff siguiera siendo alguien tan reconocido en la literatura”, apunta.
Cuando inició la escritura, se enfrentó a cómo contar una historia donde se involucran personas cercanas como su madre: “He reflexionado mucho sobre mi madre y he comprendido su postura; ella tenía miedo de que se rompiera el vínculo que tenía conmigo porque yo en ese entonces estaba convencida de que vivía una historia de amor y cuando ella trataba de advertirme yo no me lo creí porque no me consideraba una niña. Ahora la entiendo, es muy difícil oponerse a las decisiones de un niño o adolescente, pero hay que saber plantear los límites, y el adulto para eso está”, refiere la también cineasta.
Springora considera que su novela es una voz que se suma al movimiento feminista y, en particular, a la iniciativa Me too que en redes sociales ha denunciado cientos de abusos sexuales en campos como la literatura y la artes. La autora no busca ser un ejemplo a seguir, pero sí una referencia para romper el silencio.
Luego de publicarse la novela, fueron retirados del catálogo de la editorial francesa Gallimard los libros Matzneff, hoy de 84 años de edad.