¿Qué distingue a la mente del cerebro? ¿Qué es la conciencia? ¿Qué hay con eso que llamamos alma? ¿A caso existe? Estas son algunas de las preguntas que, como humanidad, aún no hemos podido resolver, a pesar de todos los avances científicos y tecnológicos que hemos alcanzado hasta este momento.
El libro Alma máquina. La invención de la mente moderna (editado por Sexto Piso), del historiador-psiquiatra George Makari, que recientemente se presentó en el Hay Festival Querétaro, tampoco busca resolver estos misterios; más bien, cuenta las extraordinarias historias de quienes lo han intentado a lo largo de los siglos, dejando en evidencia que sus investigaciones lograron cambiar, de uno u otro modo, el curso de nuestra historia.
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Durante la presentación, el autor mencionó que esta obra es resultado de años de investigación y escritos publicados en el Instituto de Historia de la Psiquiatría Witt Wallace al que pertenece; y explicó que el nombre del título es una paradoja.
“Sí es una paradoja, porque muchos de estos problemas relacionados con la mente y el cerebro terminan precisamente en eso. ¿De qué manera la materia tiene la potencia de crear pensamiento? No lo sabemos. Con el título yo quería al mismo tiempo evocar una ambigüedad lingüística, entre qué palabra es el adjetivo o el sustantivo. ¿Es nuestra mente una maquina que tiene alma o un alma que tiene máquina?”
Aunque el ensayo se centra en los debates y cambios sobre las ideas religiosas, políticas, científicas y culturales entre los inicios de la Edad Moderna, en el siglo XV, y nuestros tiempos, Alma máquina… también recupera estas preguntas desde sus orígenes grecolatinos y neoplatónicos, que en conjunto cimentaron los comienzos de las distintas posturas psiquiátricas, psicológicas y neurocientíficas con las que tratamos actualmente el fenómeno.
Durante la presentación, el editor Eduardo Rabasa, traductor del libro, destacó la gran carga política que hay entre sus páginas y que dan cuenta que el estudio de la mente siempre ha sido una lucha constante con el poder.
“Una gran parte del libro se dedica a esto porque, si cambiamos la concepción que el hombre tiene de su esencia, y más aún si se trata del alma o la mente, se alteran las estructuras políticas y sociales acerca de lo aceptable y lo inaceptable”, comentó al respecto el autor.
Eduardo Rabasa también resaltó el hecho de que este libro no proponga una respuesta al problema de la mente, a lo que contestó Makari: “Durante la escritura de este libro siempre tuve la idea de respetar e incluir todos los modelos, como el cognitivo, el conductista o el psicológico. No tenemos un modelo unificado de la mente. Entonces, creo que entender cómo utilizar estos modelos y cuándo utilizarlos es algo de lo más sofisticado, si no los hubiera incluido todos sin poner una respuesta total no habría podido escribir Alma Máquina”.