Barcelona.- El escritor, guionista de cine y periodista Juan Marsé , figura clave de la literatura de las últimas décadas en España, falleció este domingo en Barcelona a los 87 años, informó la agencia literaria Balcells.
Con él desaparece uno de los máximos retratistas literarios de la Barcelona de posguerra, desde el realismo social y la ironía.
Marsé (Barcelona, 1933) perteneció a la llamada generación de los cincuenta, corriente que abarca a otros escritores españoles como Juan Goytisolo, Gil de Biedma, Vázquez Montalbán, o Eduardo Mendoza.
A lo largo de su trayectoria literaria obtuvo el Premio Cervantes, el mayor galardón de las letras españolas, en 2008, entre otros muchos como el Planeta o el Nacional de Narrativa.
Su verdadero nombre fue Juan Faneca. Al morir su madre en el parto, lo adoptó un familia de payeses (agricultores) establecidos en el barrio barcelonés de Gracia y a ella debe el apellido que le ha convertido en uno de los autores más reconocidos en la escena literaria española.
A los 13 años abandonó los estudios para trabajar en una joyería y muy joven hace sus primeras incursiones en el mundo literario, en concreto con cuentos y relatos. En 1958 gana el Premio Sésamo de Cuentas con "Nada para morir".
La dedicación exclusiva a la literatura tardaría aún. En 1960 se fue a París para trabajar como profesor de español, traductor de películas, guionista y como ayudante de laboratorio en el Departamento de Bioquímica del Instituto Pasteur, donde conoció al biólogo Nobel Jacques-Lucien Monod, de ideología comunista y cuyo ejemplo siguió, afiliándose en Francia.
Militó en dicho partido durante cuatro años. Según declaró: "Me hice del Partido Comunista de España en París no por Monod, sino porque era el único que hacía algo contra (el dictador Francisco Franco). Luego me separé por una cuestión de intransigencia".
Sería en 1965, gracias a la obra "Últimas tardes con Teresa", cuando Marsé acabó consagrandose.
En los setenta editó "La oscura historia de la prima Montse" (1970) y "Si te dicen que caí" (1973), un relato a modo de crónica de la Barcelona de posguerra que recibió el Premio Internacional de Novela de México, no publicada en España hasta 1976 por la censura franquista y adaptada al cine por el director Vicente Aranda en 1989.
"El amante bilingüe", "El embrujo de Shangai" o "Rabos de lagartija", publicada en 2000, ganadora de los Premios Nacional de Narrativa y el de la Crítica, lo convierten en uno de los novelistas españoles más importantes.
Su relación con el cine fue intensa, y no sólo por haber colaborado en varios guiones, sino porque muchas de sus novelas fueron adaptadas a la gran pantalla.
También trabajó de periodista, en la revista "Art-Cinema", como redactor jefe de "Bocaccio" y "Por favor".