A tan solo seis meses de su fallecimiento, el Palacio de Bellas Artes volvió a ser cede de un homenaje dirigido a uno de los grandes escritores de México, Fernando del Paso, en el que se dieron cita familiares, amigos, académicos y público en general.
Con una mesa presidida por los miembros de la Academia Mexicana de la Lengua, Gonzalo Celorio, Vicente Quirarte y Adolfo Castañón homenajearon y discutieron la obra del escritor, quién fue descrito como “arquitecto de las grandes catedrales de lenguaje” por Quirarte.
Escritor, ensayista, poeta, pintor, académico, diplomático y traductor son algunos de los títulos que Del Paso se ganó en vida. Autonombrado agnóstico desde los 11 años y negado a ser “políticamente correcto”, el autor obtuvo el reconocimiento de grandes escritores como Juan José Arreola desde muy temprana edad.
“El secreto de la permanencia de las letras de Fernando del Paso entre nosotros se debe a su fe en la poesía como el acento más alto al que puede aspirar alguien que se enfrenta con el lenguaje, y esa minuciosidad con la cual penetra en la realidad y la explora hasta agotarla” expresó Quirarte.
Considerado el último de los autores del boom latinoamericano, el trabajo de el autor de José Trigo y Noticias del imperio, fue descrito como libre, pícaro y brillante. “Hay seres que honran a su comunidad, Fernando del Paso pertenece a ese linaje” comentó Quirarte.
“Fernando del Paso es nuestro ejemplo más claro de quien al construirse nos construye, al forjarse un lenguaje hace más prestigioso y fuerte: el colectivo, este homenaje sirve para agradecer y festejar la victoria de un hombre sobre sí mismo” afirmó el escritor.