Las historias de intriga y espionaje de detectives que emprendían travesías en la época de la Guerra Fría, quedarán en la memoria como legado literario de David Cornwell, mejor conocido como John Le Carré, quien falleció el sábado pasado a los 89 años por neumonía.
El novelista es considerado el maestro de la literatura de espionaje al trasladar a la palabra escrita la psicología y entornos sociopolíticos que hicieron de sus narraciones más que simples novelas policíacas.
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Antes ya escribían sobre espionaje Eric Ambler, Graham Greene, E. Phillips Oppenheim, pero el género se consolidó con Le Carré.
"Le Carré fue un escritor extraordinario, no sólo porque su pasado de espía le dio materia para las más fantásticas historias del género, sino también por la calidad literaria con la que dotó su universo. La complejidad de las tramas, la profundidad de sus personajes; el mundo convulso del período de la Guerra Fría y las últimas décadas, todo lo retrató con una escritura elegante, cero efectista, pero a la vez rica en matices. No por nada se ganó el mote de el Dickens de la novela de espías, aseguró Myriam Vidriales, directora de Marketing y Comunicación, División Latinoamérica de Grupo Planeta, sello que trajo a México la obra de Le Carré.
Antes de trabajar en los servicios de inteligencia británicos durante la Guerra Fría, se formó en las universidades de Berna y Oxford, y ejerció la docencia en Eton. En 1960 fue trasladado al MI6, los servicios de inteligencia extranjeros, y trabajó encubierto como Segundo secretario en la Embajada Británica de Bonn, en Alemania.
En ese entorno publicó, Llamada para el muerto (1961) y Asesinato de calidad (1962), antes de escribir El espía que surgió del frío (1964), con la que alcanzó el éxito internacional. La novela, que vendió más de 20 millones de ejemplares en el mundo, se basa en la historia de Alec Leamas, un agente británico de Alemania del Este, luego fue adaptada al cine con Richard Burton en el papel protagónico.
El germen de las historias de Le Carré está en sus años como agente secreto primero del MI5 (la inteligencia interior) en 1958 en Gran Bretaña y dos años más tarde en el MI6 (espionaje exterior), que lo llevó a Alemania. En 1964 debió abandonar los servicios tras ser revelada su identidad por el agente Kim Philby, lo que coincidió con el éxito de su tercer novela.
“Fue un autor que reinventó el género y marcó la pauta para muchas novelas que vinieron después. En ese sentido deja un legado inmenso y una legión de lectores a quienes nos enseñó a adorar las historias de espías tanto en las páginas como en el cine, un matrimonio que es indisoluble para quienes aman la obra de Le Carré", añadió Vidriales.
En la lista de obras destaca El espía que surgió del frío (1963), El topo (1974), Un hombre decente (2019), La gente de Smiley (1979), La casa Rusia (1989), El peregrino secreto (1990), El legado de los espías (2017), entre otras.
Le Carré no admitía ningún tipo de premio literario ni distinciones; en varias ocasiones rechazó los reconocimientos; sin embargo, varias instituciones insistieron en premiarle, como el Instituto Goethe, que le otorgó en el 2011 la Medalla Goethe.
Además varias novelas han sido llevadas al cine, entre ellas: El sastre de Panamá, grabada en 2001, con Pierce Brosnan, Geoffrey Rush y Jamie Lee Curtis; El jardinero fiel, grabada en 2005, con Ralp Fiennes y Rachel Weisz; y El topo se produjo en 2011 con Gary Oldman, Colin Firth, Tom Hardy, John Hurt y Mark Strong.
La muerte del novelista, diagnosticado con cáncer en 2018, fue anunciada el domingo pasado por su agente editorial Jonny Geller, director del grupo Curtis Brown con sede en Londres. "Con gran tristeza debo anunciar que David Cornwell, conocido en el mundo con el nombre de John Le Carré, falleció tras una corta enfermedad (no relacionada con el Covid-19) en Cornualles. Nuestro pensamiento está con sus cuatro hijos, sus familias y su querida esposa, Jane", indicó en un comunicado publicado en Twitter.
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