El premio nobel de Literatura 2010 Mario Vargas Llosa dijo este viernes que teme que "México esté retrocediendo un poco" con el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó de populista.
Durante una conferencia que ofreció este día en el Museo Memoria y Tolerancia, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el escritor peruano aseguró que ve "muy mal a México".
"Lamento decirlo, porque quiero mucho a México y tengo mucha admiración por México, yo quisiera que jugara un papel absolutamente fundamental, como el gran país que es en América Latina", dijo Vargas Llosa.
"Mucho me temo que este Gobierno esté retrocediendo un poco a México", añadió.
Según el escritor, el país comenzaba a salir "de esa dictadura perfecta -que por momentos no era tan perfecta, era bastante imperfecta felizmente para los mexicanos - y me temo muchísimo que el populismo, que parece realmente la ideología del actual presidente de México, nos conduzca otra vez a la dictadura, perfecta o imperfecta, dictadura al fin y al cabo".
El escritor, de 83 años, ha sido un duro crítico de López Obrador.
A mediados de octubre, en entrevista con el periódico Reforma, Vargas Llosa dijo: "Tengo un poco la impresión de que López Obrador es como la resurrección del PRI, del PRI que formó parte de su juventud".
Sobre esa apreciación, López Obrador dijo que respetaba a Vargas Llosa pues "es buen escritor, lo respeto (...) en lo político yo creo que ya es hasta monárquico, ha involucionado, pero eso es otro asunto, es un gran escritor, extraordinario".
Vargas Llosa está en México ya que será uno de los grandes protagonistas de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, que comienza este sábado y hasta el 8 de diciembre, donde dará una conferencia magistral con motivo del 50 aniversario de su icónica novela "Conversaciones en la catedral" (1969) y para presentar su nuevo libro, "Tiempos recios".
Hace unos días, en Zaragoza, España, el escritor alertó que la confrontación entre la cultura del pensamiento y la audiovisual, en la que la primera va cediendo peso a la segunda, "a la larga puede ser peligrosa para la democracia".