Durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19, el escritor Martín Solares ha encontrado la literatura más urgente. Tan necesaria e indispensable como que alguien te cuente una historia antes de dormir. Y en esa necesidad de escuchar y narrar relatos de fantasía radica su reciente novela “Muerte en el jardín de la luna” (Random House Mondadori).
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Se trata de una historia surrealista sobre la vida de escritores, artistas y pensadores surrealistas que tomaron la ciudad de París de mediados del siglo pasado. Martín Solares entreteje las biografías y memorias de personajes emblemáticos como André Bretón y Robert Desnos, entre otros, a partir de una historia policiaca que guía el detective Pierre Le Noir, personaje presente en las novelas del autor desde 2015.
“Todo empezó con una pesadilla en París , era un momento en que sentí que no tenia ningún derecho de escribir sobre París porque nunca tuve la intención de escribir sobre la ciudad pero cuando tuve esta pesadilla pensé que ya tenia ese derecho de escribir sobre la ciudad y busque el viejo archivo y de ahí empecé a inventar un pretexto para reunir todas la biografías de los surrealista y meter a un policía para seguirlos y conocer sus vidas”, explicó el autor.
Durante la presentación de su novela en el marco de la 34 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en una sesión virtual en compañía del escritor Antonio Ortuño, Solares añadió que es una novela de varias partes que bien podrían leerse de manera independiente, pero a la vez están ligada por la fantasía de un detective que va tejiendo el quehacer de artistas de uno de los movimientos estéticos más llamativos.
Solares confesó que su metodología de escritura es tan surrealista como sus personajes, pues su principal búsqueda es la libertad. El libre pensamiento que alimente la creatividad. El reto, confiesa, es que lector entre en acto de confiesa y cree en las historias inventadas.
“Los cuentista que más respeto siempre han dicho que perseguir un cuento que vas a escribir se parece mucho a estar en el mar y descubrir una isla y lo mejor es investigar qué hay en el centro de esa isla. Ahí está el meollo del cuento y en este encierro me ha hecho pensar qué tan urgente es la literatura”, apuntó el también autor de Los minutos negros (2006) y No manden flores (2015)
Solares se dijo preocupado del futuro de los escritores y artistas en México al lamentar que los gobiernos recientes “no han sido los mejores amigos de la cultura”.