“Luminosa y radioactiva”, así calificó el jurado a la novela Luciérnaga, de la escritora argentina de origen bielorruso Natalia Litvinova (1986), la cual fue galardonada en Madrid con el Premio Lumen de Novela 2024, convirtiéndose así en la segunda ganadora de esta presea dedicada a reconocer obras escritas exclusivamente por mujeres en lengua española.
“En la tradición de la mejor literatura rusa, pasa del realismo a lo mítico con naturalidad y sabe recurrir al humor y la ironía para contar una historia que todavía no habíamos leído”, versa el acta del jurado integrado por las escritoras, Ángeles González-Sinde, Clara Obligado y Luna Miguel, así como por la librera Lola Larumbe y la directora literaria Lumen, María Fasce.
Traumas, memoria y resistencia
Se trata de una historia que Natalia Litvinova comenzó a escribir hace casi una década, en la que recupera la memoria de su propia familia, con especial atención en la resistencia de sus mujeres, quienes tuvieron que migrar luego del accidente nuclear en Chernóbil en 1986, para después llegar a Argentina, cuando ella tenía apenas diez años.
“Para mí la memoria en mis obras está relacionada con los silencios de otros. En esta novela va a parecer el silencio de una madre. La hija y la madre empiezan a conversar, pero les cuesta: romper el silencio cuesta, volver a ciertos recuerdos cuesta y más si hablamos de mujeres que conocemos el amor, mujeres cuya patria no dio lo que se esperaba y mujeres que fueron silenciadas”, expresó Natalia Litvinova, a través de videoconferencia, durante el anuncio de este premio dotado con 30 mil euros y la publicación de la obra en toda Hispanoamérica.
“Lo que me interesó sumar a esta búsqueda de recuerdos que fueron rotos, que yo incluso traté de olvidar, fue el velo que quiero rasgar y que es el silencio. ¿Qué pasa si presiono un poco la vida mi madre y la hago hablar? Bueno, es una madre que se resiste. Yo creo que esta es una novela que tiene que ver con los traumas, la memoria y también con la resistencia. El silencio daña, sin embargo, soltarlo es una prueba gigante para muchas personas, pero cuando ese silencio se rompe también sabemos que salen el terror y la belleza”, agregó.
La poesía es la música, los hechos hablan
Parte de las integrantes del jurado destacaron el lenguaje poético con que está escrita esta novela: “¿Cómo es posible que la toxicidad radiactiva se convierta en magia? ¿Cómo es posible que el dolor por la pérdida se convierta en este derroche de fortaleza? ¿Cómo es posible que un país roto se convierta aquí en un escenario de ternura? Si Luciérnaga consigue lo imposible, es gracias a una poesía que lo inunda todo”, aseguró la escritora Luna Miguel.
Según explicó la misma Natalia Litvinova, el origen de este estilo de escritura se debe a que se ha desarrollado principalmente como poeta, con cerca de 10 poemarios publicados. En ellos dijo la autora también ha tratado constantemente la experiencia de su familia, por lo que el verdadero reto de la novela fue no escribir un nuevo poemario.
“No creo que nunca pueda dejar la poesía, la poesía es la música, los hechos bailan esa música. En un primer momento de la novela, yo tenía textos muy fragmentarios, creo que ese espíritu se nota en la novela. Sabemos que la poesía es maravillosa para transmitir sentimientos y para emocionarnos, y yo quería que las historias de mis abuelas, de mi madre, de mi padre y de mi abuelo y mi hermano, fueran un cobijo sentimental, abrazar todas esas historias, de mi familia y de tantas mujeres”, apuntó.
Entre sus poemarios se encuentran Esteparia (Ediciones del Dock, 2010), Todo ajeno (Vaso Roto, 2013), Nostalgia de un sello ardiente (Llanten, 2020) y Soñka, manos de oro. (La Bella Varsovia, 2022),
Polos temporales
Por su parte, la escritora y guionista madrileña Ángeles González-Sinde, adelantó que la estructura de la novela ganadora —de entre un total de 549, provenientes de Argentina, Colombia, Chile, España, Estados Unidos, México, Perú y Uruguay— se encuentra dividida en dos partes: una que refiere a la infancia y está llena de estampas de experiencias; y otra, tras un corte abrupto, que refiere al presente de la protagonista, en tercera persona, la cual “busca encajar piezas de las que el lector tiene pistas pero no todas”.
“Es una lectura que se mueve entre dos polos del tiempo, pero también de dos culturas y dos sociedades. Una sociedad que se aleja, que es la de las Repúblicas Socialistas Soviéticas y una sociedad que es la que vivimos nosotros en el presente en occidente”, dijo Ángeles González.
Por último, la Natalia Litvinova, aseguró que además de sus propias memorias, uno de los pilares y detonantes de su novela fueron los libros de la Premio Nobel de literatura en 2015, Svetlana Alexiévich, específicamente el de Voces de Chernóbil, que le impresionó y la hizo llorar.
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El Premio Lumen de Novela 2024 tiene como antecedente el Premio Femenino Lumen, convocado entre 1994 y 1999, para descubrir talento femenino en lengua española. El jurado estaba compuesto por las escritoras Nora Catelli, Ana María Matute, Ana María Moix, Cristina Peri Rossi, Elena Poniatowska y la editora Esther Tusquets; y premio a grandes autoras como Ángeles de Irisarri en 1994 con Ermessenda, Ana Rodríguez Fischer en 1995 con Objetos extraviados; Clara Obligado en 1996 con La hija de Marx; Alicia Giménez Bartlett en 1997 con Una habitación ajena y Clara Usón en 1998 con La noche de San Juan.