"Quedarse sin empleo implica dejar de ser": Carlos Bortoni cuestiona el rol del trabajo en la sociedad

El escritor Carlos Bortoni cuestiona la libertad y nuestro valor ante la sociedad a través de la novela “Historia mínima del desempleo”

Kevin Aragón / El Sol de México

  · lunes 1 de abril de 2024

Reflexiona sobre las variables y constantes de la vida / Cortesía Editorial Salto de Página

Estructurada como un escrito hecho de fragmentos de tiempo y retazos de infinidad de textos sin orden o conexión aparente, la novela del escritor mexicano Carlos Bortoni, Historia mínima del desempleo, se lanza a la reflexión sobre las repercusiones que tienen las variables y las constantes de la vida, entre ellas el trabajo, con respecto a la formación de nuestra identidad y forma de habitar el mundo.

Malestar social

➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante

Esto lo hace a través de la narración de un personaje que de pronto pierde su trabajo y se encuentra a sí mismo como una especie de pasajero de los propios espacios que habita con su esposa, familiares e hijos; mientras que va siendo bombardeado por una enorme cantidad de información que trata de justificar que su desempleo es más una oportunidad para el crecimiento.

“El empleo, más que una necesidad, es también un malestar social, porque por él no tenemos el tiempo ni la oportunidad de contemplar nuestra propia existencia. Y como no reflexionamos nos dedicamos a un perpetuo hacer que socava al ser, la esencia de un sujeto por su trabajo. Entonces cuando nos enfrentamos a una sociedad en la cual somos exclusivamente lo que hacemos y hacemos exclusivamente por lo que recibimos un salario, quedarse sin empleo implica dejar de ser”, explica Carlos Bortoni, en entrevista con El Sol de México.

Yuri Knórozov, el soviético que descubrió el enigma maya. Fotos: Embajada de la Federación Rusa en México

La fantasía de la libertad

Bortoni afirma que mientras escribe una novela no piensa realmente en un sentido único ni directo de los mensajes que posiblemente pueda tener, pero como lector de sí mismo reconoce que tras la narración de este nuevo libro existe una “crítica a las fantasías de libertad y de que somos dueños de nuestros propios destinos”, las cuales han tenido repercusiones tanto a nivel individual como a nivel social a escala planetaria.

“Es por eso que me detengo a hablar de las variables y las constantes en nuestras vidas, quizás sólo hay dos constantes, que nacemos y que morimos, todos los demás sucesos que hay entre uno y otro punto son variables que dependen de otras variables, donde sólo tenemos la apariencia de elección”, afirma Bortoni, quien recuerda al escritor Kafka que decía que la existencia no es una cuerda tensa sobre la cual caminamos haciendo equilibrio, sino que es una cuerda en el suelo con la que tropezamos, y esa cuerda inevitablemente es la libertad.

De igual modo, Bortoni, explica que, en su novela, a través de la enorme cantidad de textos que recibe su personaje principal —que van desde libros de superación personal hasta biografías de personajes célebres que lograron el éxito tras haber perdido su trabajo, como Madonna, Steve Jobs, Mozart, etc…— terminan por cargar la mano a los individuos, al volverlos únicos responsables de sus caminos, cosa que puede ser frustrante.

Destellos de existencia

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Sobre la estructura fragmentaria de la novela, que puede llegar a desconcertar, Bortoni menciona que la decidió ante “el sabor de falsedad” que le provocan algunas novelas que llevan de la mano al lector, pues él cree, al igual que el filósofo y crítico literario alemán Walter Benjamin, que el lector debe ser un colaborador.

Creo en la idea de hacer del lecto un cómplice, para que tenga la capacidad de generar un todo, pero que sea suyo, no necesario el todo de la novela. Pero también porque de entrada, creo que estamos construidos por destellos de existencia, de fragmentos, la memoria funciona así, por momentos sobre los que nuestros recuerdos arrojan luz y otros de completo vacío, al igual que la música, que se compone de sonidos y silencios”, finaliza.