"Los románticos pendejos" muestra la tragicomedia del amor

Roberto Iván González Vázquez creó una novela gráfica que cuenta sarcásticamente los distintos estados de la pareja

Rosario Reyes | El Sol de México

  · viernes 1 de noviembre de 2019

Cuando en menos de un mes, el registro de seguidores en Facebook rebasó los diez mil, el poeta comprobó, al tener una multitud atenta a sus publicaciones, que no es sencillo escapar de la trampa del enamoramiento.

El 1 de agosto de 2016, Roberto Iván González Vázquez abrió su cuenta con una viñeta parafraseando un verso de Neruda: "Me gustas cuando callas porque estás bien pendejo". En pocos días, más de diez mil seguidores fundaron la comunidad de "Los románticos pendejos".

"Después, hubo algunas imágenes que se compartieron muchísimo, 150 mil, 100 mil veces, y en menos de dos años tenía 200 mil seguidores", dice en entrevista el antropólogo, ilustrador y poeta poblano que acaba de publicar su primer libro, titulado como las cuentas de Facebook e Instagram, Los románticos pendejos (Lumen, 2019), una novela gráfica que cuenta sarcásticamente los distintos estados de la pareja.

"Los románticos pendejos es un proyecto que inició como poemas que nadie quería leer, por ello empecé a ilustrarlos y los subí a internet", escribe el autor en la presentación de su libro. Y continúa: "Me gusta la idea de mostrar el lado crudo del amor romántico e ilustrar el enamoramiento, las obsesiones e ilusiones".

Sus personajes, explica, "van desde las personas que viven ilusionadas y enamoradas, a las que viven en soledad y la amargura de un amor no correspondido". Para él, la poesía es "un intento por rescatar de la mente instantes breves de la vida, emociones perdidas, lapsos de felicidad...".

Sin embargo, cuando comenzó a publicar en redes sociales sus poemas y viñetas no estaba ni enamorado, ni decepcionado del amor. "Había hecho un negocio que salió mal, tenía un estado de desánimo, de incertidumbre, pero no romántico", recuerda. Pero poco a poco se fue colando el tema de las relaciones amorosas en su trabajo.

"Desde que tengo memoria me gusta la poesía y siempre supe que podía dibujar; mi abuelo y mi mamá son pintores, yo desde niño dibujé, pero mi interés principal era la literatura, estudié antropología, porque muchos de mis escritores favoritos son antropólogos, o estudiaron algo relacionado, como Octavio Paz, Vargas Llosa, o Miguel Ángel Asturias; pero fue hasta el final de la carrera que vi que podía conjugar estos lenguajes", relata.

Todo amor es una tragicomedia

En una de sus viñetas, una mujer camina de espaldas al hombre que le extiende los brazos sin que ella lo vea. Ambos tienen el mismo pensamiento: "¿Quién imaginaría que toda una vida de confusión, culpabilidad e inestabilidad daría pie a una relación llena de confusión, culpabilidad e inestabilidad?".

En otra parte del libro, una serie de cuatro viñetas muestra a una pareja sentada a la mesa. Y él piensa: "Es segura, libre, con metas, objetivos y ambiciones". "¡Demonios!". "Es tan guapa, linda, inteligente, independiente". Y después le dice a ella: "Quiero terminar contigo".

Un gato le habla a un personaje tumbado en una banca de parque en la noche: "En la desdicha, en el amor, en el acohol, en la derrota, en el existencialismo, o la literatura, ya te lo he dicho, sea como sea, los humanos también suelen perderse, no eres el único".

Es inevitable, "porque así es la condición humana", asegura el autor, "cuando uno se enamora, se apendeja". Este teórico marxista de 29 años se ha dedicado a observar -y exhibir- para la creación de su libro, la forma como pasamos de lo sublime a lo ridículo en el nombre del amor.

"La mirada del antropólogo filtra la información que recibo; es como si tuviera unos lentes que me permiten fijarme en todos los detalles de las relaciones. La antropología me ofrece una mirada para tener diversos enfoques, que paso por el tamiz de mi humor ácido", asegura.

Tan azaroso como el amor, fue el paso de las redes sociales al papel. "Cuando abrí Instagram hace un año, me mandó un mensaje Fernanda Álvarez, que es editora de Random House, diciéndome que quería publicar un libro con la temática de Los románticos pendejos y casualmente yo estaba trabajando en un libro desde un par de meses antes, le mandé la maqueta y le gustó".

Cuando empezó a dibujar las historias para este libro, no sabía muy bien a dónde lo iba a llevar todo eso, "pero una vez que tuve todo sobre la mesa, me di cuenta de que había tres temas: personas que les falta amor, o tienen miedo al rechazo (o a la aceptación), que es como el inicio del enamoramiento, la vida cotidiana en pareja, que es la relación en sí, y la ruptura. Ahí estaba el camino".

González Vázquez hace escarnio "del enamoramiento que apendeja", pues, abunda, "el amor es un acuerdo entre dos personas, es conocerse, aceptarse. El enamoramiento puede ser solamente de un lado, sin respuesta, estar en el imaginario y a veces nos lastima el ego, en lo que somos, o lo que creemos que somos, la percepción de nosotros mismos; viene a romper con todo eso y puede llevarnos al límite, a hacer que nos comportemos como tontos".

Así que este libro invita al lector a reír de las tragedias amorosas y a reflexionar sobre la manera en la que actuamos cuando, concluye el autor, "por estar apendejados, no le damos paso a la razón, aunque la buena noticia es que ese estado irracional es pasajero".

EL DATO

Sus personajes van desde las personas que viven ilusionadas y enamoradas, a las que viven en soledad y la amargura de un amor no correspondido.

SU FRASE

"Mi interés principal era la literatura, estudié antropología, porque muchos de mis escritores favoritos son antropólogos, o estudiaron algo relacionado, como Octavio Paz, Vargas Llosa, o Miguel Ángel Asturias"

FICHA

Título: Los románticos Pendejos

Autor: Roberto Iván González Vázquez

Sello: Lumen

Precio: $169

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