El escritor Ruy Feben está de acuerdo que su reciente libro Malebolge sea calificado como experimental, al reconocer que las historias que lo integran “juegan” con el lector mediante una narrativa arriesgada, que toma lo cotidiano para conducirlo a una aventura dantesca.
El título de la publicación de la editorial Paraíso Perdido, alude al Octavo círculo del Infierno, en la primera parte de La Divina Comedia de Dante Alighieri, que también se le conoce como “fraudulentos”, esos seres que habitan los olimpos ficticios y que el autor traslada a la actualidad.
Feben explica en entrevista el contenido de su segunda obra literaria que presentó en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL): “Siempre que me preguntan el género en el que está escrito describo que tiene un poco de ciencia ficción, como una mezcla de realidad con fantasía”.
El también comunicólogo egresado de la Universidad Iberoamericana, agrega al respecto: “Es un tipo de lectura peculiar, no es para todo el mundo, no es la típica novela que te echas en la playa, requiere la atención del lector, es un libro que se arriesga”, manifiesta Ruy quien agrega que tomó el mundo de las oficinas para escribir estos relatos, separados entre sí.
“Hice los cuentos en etapas distintas, resulta que yo trabajaba en una redacción en la que se laboraba con un ritmo tranquilo, pero con una carga politizada y no porque el medio fuera de política, sino porque había mucha grilla, con gente infeliz, donde había tensión con compañeros que eran infelices a pesar de que era una oficina bonita”.
Es ahí cuando los personajes se “defraudan a sí mismos”, destaca el entrevistado, “cuando viven una vida de lo que debe ser pero quieren otra. Todo los traiciona, la propia narrativa lo hace, los artefactos literarios que uso deliberadamente, donde les meto el pie, por eso lo llamaron experimental y yo me siento a gusto. Para hacerle fraude al lector que se encuentra acostumbrado a leer de una manera y para ver si le gusta esta nueva forma de narrar”.
Feben reconoce que sus influencias en la literatura van desde Julio Cortázar y Jorge Luis Borges hasta KurtVonnegut y el cine ha permeado en sus cuentos en los que “hay algo de los hermanos Coen, lo que hacían antes, no ahora y de igual forma hay mucha influencia de internet en mi obra, pero no podría nombrar un sitio especifico”.
Cabe mencionar que la trayectoria como cuentista de Ruy Feben (Ciudad de México, 2 de julio de 1982) se ha dado en medios literarios como Guardagujas, Parteaguas y la revista del Fondo Cultural Tierra Adentro, así como en antologías mexicanas y españolas. Su libro de cuentos Vórtices viles fue Premio Nacional de Cuento Joven en 2012.
A Ruy se le pregunta sobre la controversia del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), en el aspecto si los apoyos llegan a los creadores nacionales como se desearía: “Nunca tuve la beca, se me hace un apoyo muy importante., que ha ayudado a la comunidad artística y es importante que exista. Pero también hay que dirigir una mirada crítica a quienes los otorgan, que se vea más allá de la tradición mexicana e integren voces que se puedan extender a una proyección internacional”.
Feben habla de las nuevas plataformas que presentan narrativas diferentes como las series de Netflix y la realidad virtual, lo cual se debe tomar en cuenta y no sólo centrar las historias en nacionalismos: “Debemos ser muy arriesgados y si nos quedamos en un tema de buscar la tradición mexicana, nos vamos a quedar; sé que hay otros autores que buscan otras formas de jugar con el lector”.