Cine, teatro, música, exposiciones, zonas arqueológicas, libros, esculturas, murales, pisos de mármol, entre otros elementos que conforman la oferta cultural del metro, se pueden apreciar con un solo boleto de cinco pesos.
En el pasillo de correspondencia que enlaza las Líneas 3 y 5 de la estación La Raza hay paneles electrónicos, fotográficos y de ambientación, que presentan diversos temas. Algunos usuarios pasan sin observarlos. Desde hace 31 años son parte de la cotidianidad del transbordo y de la vida urbana.
Catalogado como el primer museo científico-cognoscitivo del mundo dedicado a la divulgación de la ciencia y la tecnología, el Túnel de la Ciencia se inauguró el 30 de noviembre de 1988 un día antes de que Carlos Salinas de Gortari fuera presidente de México.
Hombres, mujeres, jóvenes y niños circulan diariamente por el corredor que cuenta con las 24 horas con seguridad, en sus partes iluminadas y en la sección leed donde se siente que se tiene contacto con el mismo universo, paradójicamente en el subterráneo que contiene a gran parte de la población citadina en tránsito.
En general por el Sistema de Transporte Colectivo Metro circulan en sus diariamente alrededor de cinco millones de personas, desde su inauguración el 4 de septiembre de 1969 hace 50 años ha tenido una demanda cultural amplia y en sus propias instalaciones se encuentra el arte de muralistas y artistas como Alberto Castro Leñero y sus constructores como el del arquitecto de origen español Félix Candela (1910-1997).
Oferta cultural
En el programa cultural del metro la gente puede encontrar diariamente un programa de cinco conciertos, obras de teatro, cuenta con un cine y un museo especializado del metro, “pero también con varios espacios de difusión cultural, contamos con 30 vitrinas, estaciones temáticas, un espacio dedicado a la ciencia.
Lo anterior lo comenta en entrevista la licenciada Vanessa Bohórquez, encargada de la Coordinación de Cultura del STC Metro. La plática con Organización Editorial Mexicana se lleva a cabo en las instalaciones del Museo del Metro en la estación Zapata de la línea 12.
“Una de las más importantes sorpresas para cualquiera que trabaja en el Metro, es que somos una población increíblemente culta. La que transita en el metro está ávida de conocimiento también lee muchísimo, es donde se da más la lectura en toda la ciudad”, dice Bohórquez.
Agrega que en las exposiciones “cada día hemos logrado que una mayor cantidad de artistas de renombre se vean interesados en exponer en el metro. Una exposición en el sistema colectivo metro puede beneficiar a millones de personas al día si esto lo pensáramos en términos de un Museo sería más difícil brindar una oferta cultural de esa magnitud. Porque nos enfrentamos a uno de los retos más difíciles, que 5.5 millones de personas puedan tener acceso a la cultura”.
Al preguntarle de cuánto es el presupuesto que se destina a los proyectos culturales del metro, la entrevistada agrega que lo más interesante del ejercicio cultural del metro es que una enorme cantidad de artistas brinda su trabajo a beneficio de la ciudadanía.
Entre las muestras artísticas y programas culturales que también han sido “pasajeros” del Sistema Colectivo Metro se encuentra una exposición que se realizó en el pasaje Zócalo Pino Suárez en 1970 donde estaban los más importantes maestros del arte mexicano como Siqueiros y Gerardo Murillo mejor conocido como el Dr. Atl, cuenta Vanessa Bohórquez..
En el terreno de la lectura el primer programa fue una serie de 60 publicaciones que surgieron en 1972. “Se hicieron enormes tirajes de ejemplares en un formato delgado para que la gente lo pusiera en bolsas de mano o en los pantalones, a partir de ahí han surgido diversos proyectos. Algunos de los más importantes ha sido Leer de boleto que duró cerca de 6 años y que se transformaría en Lectura metro, explicó la funcionaria.
“Lo que ha ido cambiando es la forma de los programas pero históricamente se mantienen, no desaparecen pero que cambian en su forma. Hay situaciones que son cruciales para entender nuestro metro, la primera es que es el primero que tiene una pirámide en su interior (dedicada a Ehécatl, dios mexica del viento, ubicado en la estación del Metro Pino Suárez descubierta en 1978). Nosotros tenemos un espacio donde al año circulan 24 millones de personas, lo cual quiere decir que es la zona arqueológica con mayor número de visitas en el país y una de las más importantes del mundo.
En el aspecto de las artes escénicas, el programa, comenta Bohórquez tiene que ver con la vinculación “en las partes cinematográficas tenemos un vinculo con todos los festivales, programas pendientes y que se realizan para la difusión de creaciones fílmicas mexicanas, son distintos tipos de programación pero siempre están planeadas cada mes”, explica.
En cuanto a la transgresión o vandalismo que puedan sufrir las obras o exposiciones del metro, informa que son pocos los casos que se dan y estos tienen que ver con ácido o scarcheo en las vitrinas donde están las distintas exposiciones.
“Todos los lunes se da mantenimiento a las zonas culturales con excepción a los temas de murales, porque las protecciones internacionales a estos que tienen que ir en el marco de instituciones, que son las que tienen que realizar los trabajos de preservación y conservación.
“En las cosas que no tienen valor patrimonial como el caso del piano que se ubica en el metro División del Norte que es una oferta cultural. Lo que se le pide a la gente es que entienda que al destruir algo nunca más va a existir ese servicio. Donde se tienen más problemáticas es en los vidrios que tienen distintos tipos de daño y convocamos a la ciudadanía a un trabajo conjunto de nuestros espacios para tener una mejor calidad de transporte y vida”.
Museo del Metro
El Museo del Metro es un sitio dedicado a generar exposiciones que permitan a quienes transitan diariamente por las instalaciones del STC conocer y tener contacto con el material histórico del Metro, exhibiciones y muestras representativas.
“Había que hacer una pausa para conocer los orígenes del metro que habla de todos nosotros, es la historia de quienes hemos sido parte o quienes están vivos, es la historia de nuestra cotidianidad para quienes somos ciudadanos para quienes no utilizamos vehículos y en ese sentido teníamos que contar cómo surge o porque surge, otra parte que la gente desconoce es que tenemos cinco estaciones catalogadas por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) es decir, tenemos además de obras arqueológicas o paleantológicas, cinco declaradas por su valor arquitectónico, pocas veces conocemos la historia de los logotipos. La historia gráfica del metro ha cambiado por completo y su relación visual en el mundo”, declaró la titular de la cultura del metro.
El reto de hacer que la cultura que está en subterráneo emerja, Bohórquez lo explicó que ya han salido el metro por sus características de diseño industrial, de mobiliario a museos como el de Arte Moderno y “el reto verdadero es que tengamos una oferta de calidad al interior, el metro de la Ciudad de México está entre los tres más importantes del mundo con una oferta cultural y museística, en ocasiones no tenemos tiempo para acudir a las grandes exposiciones, el desafío es que la gente cuando va pasando entre a estas pequeñas burbujas donde este en un museo sin haber salido.
Además estamos rodeados de lujo y de belleza arquitectónica con las estaciones hechas por Félix Candela o Insurgentes que por sus características tiene un valor histórico de transcendencia. Visualmente es uno de los metros más ricos y el más barato, por cinco pesos se puede descubrir su agenda cultural, películas enteras, aquí hay derecho de inclusión, pueden entrar todas las personas”, finalizó.
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