Uno de los grandes misterios de la historia de los mexicas es dónde se encuentra su mitológica ciudad de origen, Aztlán, incluso no se tiene la certeza de que haya existido. Entre las múltiples teorías que han surgido, una señala que se encontraba en la isla de Mexcaltitán, en el estado de Nayarit, ¿por qué?
Dentro de la historiografía mexicana hay todo un debate al respecto, pues hay historiadores que consideran que realmente existió y se basan en los códices existentes como fuentes directas. Por otro lado, están quienes consideran que dichos códices no narran literalmente la peregrinación mexica, sino que se trata de un mito fundacional, uno que narra su cosmovisión, su origen.
De acuerdo con el artículo "Las fuentes indígenas más allá de la dicotomía entre historia y mito" del catedrático Fernando Navarrete del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que la explicación histórica argumenta que Aztlán existió realmente y los mexicas partieron de su patria original en busca de otro lugar que se le pareciera.
Por otro lado, la explicación mítica sostiene que el lugar original es México y que Aztlán es sólo una proyección de esta ciudad al pasado. Es decir, hay una distancia temporal que separa ambas ciudades, no es el tiempo real de la historia, sino uno mítico, cargado de simbolismo.
En una entrevista para Radio INAH, el Dr Eduardo Matos Moctezuma, arqueólogo y antropólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señala que hay varias hipótesis de la ubicación de la mitológica Aztlán, pues se han señalado lugares como Guanajuato y Mexcaltitán en Nayarit, incluso en lugares como Nuevo México y Florida.
¿Por qué se piensa que Mexcaltitán pudo ser la antigua Aztlán?
De acuerdo con Radio INAH del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se relaciona Mexcaltitán con Aztlán por múltiples razones, entre ellas su ubicación geográfica y su similitud con el islote de Tenochtitlán.
A mediados del siglo XX historiadores, cronistas y novelistas comenzaron a investigar y buscar la originaria ciudad de Aztlán, todos coincidiendo que se encontraba en el norte, algunos señalan que de Occidente, entre ellos investigadores icónicos como Gutierre Tibón y Wigberto Jiménez Moreno.
Raúl Arana, investigador del INAH y quien ha liderado diversos proyectos culturales de dicha institución, señala que específicamente en la isla de Mexcaltitán no se han encontrado restos arqueológicos, incluso explica que el islote es muy pequeño para pensar en una migración de una gran dimensión, no obstante, comentó que a las afueras de estas pequeñas islas, si han encontrado, por lo que él considera que se trata de un área cultural.
Arana menciona que posiblemente gran parte de la migración al Valle de México haya salido de Aztatlán, la cual se extiende del norte de Jalisco a Nayarit. Argumenta, que la lengua y las costumbres podrían ser prueba de ello, además explica que no fue una gran migración, sino constantes. Por lo que, concluye que Aztlán si existió pero que no fue el pequeño islote de Mexcaltitán, sino un área cultural de mayor dimensión.
Mexcaltitán significa "casa de los mexicanos", en la actualidad es considerado como Pueblo Mágico, se trata de un poblado pesquero colorido también conocido como la "Venecia mexicana" por los canales que se forman al interior de la isla en la temporada de lluvias.
¿Qué dice el mito de Aztlán?
De acuerdo con el sitio web del Museo del Templo Mayor, en el Códice Boturini o Tira de la Peregrinación, se relata la larga migración que realizaron los mexicas de Aztlán al lago de Texcoco, para fundar la gran Tenochtitlan, esto bajo la guía de su dios, Huitzilopochtli.
De acuerdo con los códices novohispanos de Aubin y Durán, el dios Huitzilopochtli le habría ordenado a su pueblo ir hacia nuevos horizontes, nuevas tierras, además de dejar de llamarse así mismos como "aztecas", para considerarse como mexicanos.
El mito fundacional de Tenochtitlán narra que Huitzilopochtli ordenó que se fundara la ciudad donde se encontrará la señal divina de un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente. Siendo un islote del lago de Texcoco el lugar escogido, asentándose de esta manera en territorio tepanecas de Azcapotzalco, a quienes sirvieron como guerreros mercenarios.
Finalmente, Raúl Arana aclara que diversos historiadores consideran que el Códice Boturini no debería de llamarse como la "Tira de la Peregrinación", debido a que fue un viaje de ida y vuelta.