París, 19 nov (EFE).- La Unesco reunió ayer a más de 120 ministros de Cultura en un foro global, el primero hasta la fecha en dos décadas, que puso en común las experiencias de cada país e inició una reflexión conjunta sobre el papel de la cultura como motor de desarrollo e inclusión social.
Es la tercera ocasión que se celebra un encuentro ministerial de esta envergadura: el primero tuvo lugar en México en 1982 y el segundo en Suecia en 1998. Desde entonces, las reuniones habían tenido una dimensión local o regional.
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La Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo acogió este martes por primera vez en su sede en París, al margen de la Conferencia General que desde el 12 de noviembre y hasta el día 27 fija su programa y presupuesto para los próximos dos años.
Frente a las fracturas económicas y sociales existentes, según indicó la directora general del organismo, Audrey Azoulay, "la cultura es un lenguaje que rompe barreras y refuerza relaciones entre generaciones".
La alta funcionaria francesa confió en que este foro sirva para mantener y establecer "canales de diálogo que en algunos casos se están cerrando o cuestionando".
La cultura como impulso para la paz, su rol en la transformación social y urbana, su impacto en el desarrollo humano y su peso en el desarrollo sostenible articularon la cita, que tuvo en su punto de mira cómo contribuir al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible para 2030.
Reunir a 120 ministros, y a 188 personas en total, con viceministros y otros representantes, "es de por sí un éxito", dijo Ernesto Ottone Ramírez, subdirector general de la Unesco para la Cultura.
En la reunión de México en 1982 ya se constató que la educación y la cultura son esenciales para el desarrollo del individuo y la sociedad y se sostuvo que las políticas culturales debían estar regidas por conceptos como el de identidad cultural.
De Estocolmo en 1998 salió una mayor cooperación internacional en ese ámbito, y París recoge un testigo que, según se anunció, volverá a México en 2022, año en el que ese país organizará un nuevo foro que conmemorará el 40 aniversario de la cita y donde se espera que el debate sin conclusiones emprendido hoy derive en iniciativas concretas.
La irrupción de la inteligencia artificial o los efectos del cambio climático sobre el patrimonio son nuevos desafíos que nutren ahora la reflexión y las prioridades conjuntas y de cada país.
Temas como la plenitud de los derechos culturales, protección del patrimonio accesible a la ciudadanía, la revisión de las posibilidades de la cultura en la erradicación de la pobreza y la desigualdad fueron expuestos en el panel de discusión.
Además, los representante pidieron contemplar los servicios culturales de la misma forma que los medioambientales y medir los beneficios que las políticas culturales pueden generar al vincularse con sectores como el educativo o el turístico.