Mitos mayas sobre los eclipses: sequía, malformaciones y hasta causar la ceguera

Distintos pueblos mayas tenían sus propios mitos y leyendas sobre los eclipses

Mario Grimaldo / El Sol de México

  · miércoles 20 de marzo de 2024

Los eclipses eran todo un evento astronómico para los mayas. Fotos: INAH / UNAM Global

La cultura maya fue una sociedad compleja que contempló, interpretó y analizó los eventos astronómicos que se les presentaron, creando mitos y hasta un calendario para tratar de predecir cuándo se podría presentar un eclipse.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los mayas crearon ciclos meteorológicos y astronómicos para desarrollar un calendario preciso, el cual, además de organizar la agricultura, en ocasiones les permitió anticipar eventos astronómicos, los cuales relacionaban con seres sobrenaturales.

"Eran los sacerdotes quienes se encargaban del calendario y organizaban las ceremonias para preservar la armonía entre humanos y fuerzas de la naturaleza", explica el INAH.

Trayectoria del eclipse total de Sol. Foto: UNAM Global

Muestra de ello es el Códice de Dresde, el cual consta de tablas adivinatorias del calendario de 260 días, el cual tenía la función señalada anteriormente, organizar la agricultura, la cacería, la diosa de la luna, las lluvias y hasta la sequía. Además de las tablas astronómicas de eclipses y de Venus.

¿Qué creía la cultura Maya acerca de los eclipses?

Los mayas llamaban al eclipse Pa’al K’in, “Sol roto” y creían que durante un eclipse, el sol o la luna eran mordidos por su contraparte o por alguna divinidad o con el dios al que ha decidido atacar.

Un eclipse solar podría representar distintos escenarios, no necesariamente buenos, pues podían significar sequía, guerra o muerte. Por por otro lado, los eclipses lunares eran "peligrosos" para las mujeres embarazadas y los niños.

De acuerdo con el texto académico "El temor a los eclipses entre comunidades mayas contemporáneas" se explica que los eclipses se trataban de animales míticos salvajes y malvados que querían comerse a los astros del día y la noche, llamados 'xulab', que tratan de comerse al Sol o a la Luna.

Lo curioso que también así se le llama a Venus y no solo por los mayas yucatecos, sino también por los K’ekchis y Mopanes. El planeta Venus es entendido como el amante de la luna que intenta comerse al sol y causa los eclipsesexplica la ENES Mérida de la UNAM.

Se aclara que con el tiempo se comenzó a creer que quien se comía al sol era el kakaz-baal (diablo en maya), lo cual se sabe gracias a que se puede ver en los códices de Dresde y en el de Madrid, en donde se ilustra a una serpiente o monstruo que se come el sol.

Eclipse Total de Sol del 21 de agosto de 2017, Wyoming, EE. UU. | Foto: Daniele 57c | Wikimedia Commons

Debes de considerar que el pueblo Maya no era uno único, era diverso, todos con mitos, costumbres y creencias con ciertas diferencias, por ejemplo, los mayas tzotziles creían que los eclipses eran una enfermedad de los astros, si era el sol se llamaba cha’k’ak’al, si era la luna era cham’u, destacar que el término cham hace referencia a estar enfermo, adolecer o morir.

Por otro lado, los mayas Quichés hacían lo posible por no ver los eclipses, incluso estaban prohibidos, pues creían que provocaban ceguera, además de causar enfermedades.

Finalmente, tras la Conquista, los mayas continuaron con ciertas costumbres y creencias, por mencionar un caso, los mayas yucatecos del siglo XVII, solían hacer ruido en un intento de ayudar al Sol en su tránsito, hacían ruido con latas, metales y maderas. Incluso hacían llorar y aullar a los perros. Incluso en ciertos lugares de Yucatán como en Campeche y Quintana Roo aún hay ciertas prácticas en la actualidad.