México es el país que cuenta con más Patrimonios de la Humanidad en América con 35, siendo los Monasterios de las laderas del Popocatépetl uno de los más espectaculares del mundo.
Dichos monasterios se remontan al siglo XVI, en el cual se dio la conquista bélica y religiosa de los pueblos indígenas hace 500 años. Tras el dominio militar, arribaron a la Nueva España órdenes de franciscanos, agustinos y dominicos con la misión de evangelizar las ahora tierras novohispanas, proceso que inició de forma gradual del centro del país hacia el Occidente, Norte y Sur-Sureste, esto conforme avanzaban las rutas de conquistas militares
¿Cuántos monasterios hay en las laderas del Popocatépetl?
Dichas edificaciones católicas fueron construidas en distintos puntos de las laderas del gran Popocatépetl, se trata de una serie de 14 monasterios:
- Convento de San Mateo Apóstol, en Atlatlahucan
- Ex convento de la Asunción, en Cuernavaca (actual Catedral de Cuernavaca)
- Convento de Santo Domingo de Guzmán, en Hueyapan
- Convento de Santiago Apóstol, en Ocuituco
- Convento de Santo Domingo, en Oaxtepec
- Convento de la Natividad o de la Anunciación, en Tepoztlán
- Convento de Santo Domingo de Guzmán, en Tetela del Volcán
- Convento de San Juan Bautista, en Tlayacapan
- Convento de San Guillermo, en Totolapan
- Convento de San Juan Bautista, en Yecapixtla
- Convento de la Inmaculada Concepción, en Zacualpan de Amilpas en Morelos
- Convento de San Francisco de Asís, en San Andrés Calpan
- Convento de San Miguel Arcángel, en Huejotzingo
- Convento de la Asunción de Nuestra Señora, en Tochimilco en Puebla.
Este numeroso patrón arquitectónico se caracteriza por el uso de espacios abiertos, grandes atrios, los cuales fueron una innovación pues en Europa no existían, dicha medida no fue coincidencia, la finalidad era consolidar la evangelización de los indígenas
Estos espacios se idearon debido a que los misioneros observaron que en los pueblos originarios no tenían la costumbre de entrar a los templos para rendir tributo a sus dioses. Por lo tanto, el atrio jugó un papel fundamental en la conversión de la población local que estaba acostumbrada a las prácticas ceremoniales al aire libre.Explica el INAH
Como se menciona anteriormente, la evangelización fue gradual. En 1524 arribaron a tierras novohispanas los primeros doce frailes franciscanos; en 1526 los dominicos y en 1533 los agustinos, quienes comenzaron a establercerse estrategicamente y construyeron monasterios en regiones donde hubieran poblaciones densas de indígenas. Esto con la finalidad de que en un futuro próximo y lejano se creará un núcleo de establecimientos católicos más amplios, situación que se dio en Cuernavaca.
El INAH detalla que los monasterios cuentan con un atrio, generalmente, de forma rectangular y las iglesia de aspecto sencillo pero de tamaño imponente, con una sola nave.
Los edificios monacales normalmente ubicados al sur de la iglesia y dispuestos alrededor de un patio pequeño, designado como claustro. Por regla general, todos los muros interiores de los monasterios poseen un rico conjunto de pinturas murales, sencillas pero de gran importancia y calidadExplica el INAH
El monasterio de Huejotzingo, en Puebla, fue el primer monasterio construido en 1524, éste destacada por su atrio y sus cuatro capillas posas, las cuales cuentan con un labrado de cantera con relieves que representan a ángeles que llevan consigo un símbolo de la Pasión de Cristo. Eso sin mencionar que conserva el mejor retablo monumental del siglo XVI de todo América.
La ingeniería y arquitectura de los monasterios tiene tal grado de construcción, que han soportado casi 500 años de actividad sísimica, siendo el Ex Convento de San Juan Bautista, en Yecapixtla, Morelos, que data del siglo XVI, el más afectado tras el temblor de 2017.
Los Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatepetl fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1994.
Evangelización y Conquista con objetivos en común
El proceso de Conquista y de evangelización de los pueblos indígenas tenían un objetivo en común: beneficiar a la Corona Española, cada uno desde su trinchera, o al menos eso comentó el académico de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, Antonio Rubal, en el ciclo El Historiador frente a la Historia 2019.
Pese a lo paradójico que pueda sonarnos, los intereses imperiales y los principios católicos estaban en armonía debido a que el cristianismo es una religión tan extraña que es capaz de justificar guerras, Cruzadas e instituciones como la Inquisición y, a un mismo tiempo, predicar sobre amor universal y protección a los débilesExplicó el académico
Rubal señala que la tendencia de separar la Conquista y la evangelización comenzó en el siglo XIX, pues con la intención de diferenciar el acto bélico del religioso, los historiadores católicos de aquel siglo consideraban la llegada del cristianismo como "algo necesario para civilizar a las culturas originarias de Mesoamérica".
No olvidemos que los religiosos encargados de adoctrinar a los indígenas llegaron tras la caída de la gran Tenochtitlan, eran funcionarios del rey, pagados por la corona y desembarcados en el Nuevo Mundo con una encomienda: convertir a los indígenas paganos en cristianos susceptibles de ser explotados Argumentó Rubal