Durante la Segunda Guerra Mundial desarrolló inventos para la armada de EE.UU. -la ingeniería era una de sus grandes pasiones- en su lucha contra los nazis.
Pero su talento también estaba enfocado a la actuación que, junto con su belleza, la hicieron destacar en la época dorada de Hollywood.
El museo de Viena rinde un homenaje a esta visionaria austriaca a través de fotografías, carteles de sus películas y objetos personales con los que los visitantes pueden descubrir cómo la actriz compaginó su trabajo frente a las cámaras con el desarrollo de inventos muy adelantados a su tiempo.
"Ella estaba cansada de ser guapa, y quería demostrar que también era lista", dijo este martes uno de sus hijos, Anthony Lodner, durante la inauguración de la exposición, que permanecerá abierta hasta mayo 2020.
Un invento suyo, que patentó en 1941 junto con el compositor George Antheil en plena II Guerra Mundial, ha sido esencial para el desarrollo de las redes wifi y bluetooth. Se trataba de un sistema de control de torpedos por radio que empleaba las tecnologías del espectro ensanchado y del salto de frecuencia, hasta entonces desconocidas, y que posteriormente serían las bases de las conexiones inálambricas a internet.
Esta tecnología estaba pensada para impedir que la Alemania nazi interceptara los torpedos aliados, puesto que la señal de radio cambiaba de frecuencia constantemente, y era necesario conocer una clave secreta que tan solo compartían emisor y receptor. Aunque su desarrolló ha sido un éxito, fue necesario esperar muchos años para comprobarlo. Lamarr se había adelantado a su tiempo, y la tecnología no había avanzado lo suficiente como para poder poner en práctica su invento. "Se lo dio a la Marina estadounidense, pero no lo usaron porque era demasiado complejo para su tiempo", declaró la comisaria de la exposición, Andrea Winkelbauer.