Impulsar al Museo Universitario del Chopo como un agente de cambio social, es una de las prioridades para la curadora, investigadora y docente en arte contemporáneo Sol Henaro, recientemente nombrada directora de este recinto de la red de museos de la UNAM.
“El Museo del Chopo es ‘un centro social travestido de museo’. En la realidad este espacio siempre ha fungido como un centro social y cultural, aunque hubo un tiempo en que se le promovió mucho más la figura de museo”, afirma en entrevista con El Sol de México.
Como parte de los lineamientos que serán ejes de su gestión, está “el cruce entre arte y política”, en un sentido amplio, que abarque desde “la defensa de derechos humanos, activismos, movimientos sociales, experimentación artística arriesgada, con miras hacia el circuito cultural internacional.
“En un país donde la violencia atraviesa de manera sistemática y casi permanente la vida de las personas, es necesario seguir defendiendo el derecho a la cultura, como una ventana y una madriguera que pueda albergar a las comunidades, donde puedan encontrarse y conocer otro tipo de contenidos.
“Me interesa que, poco a poco, este sea un lugar donde la gente pueda estar y que no solamente venga a ver una exposición o una función y luego irse, sino que realmente sepan que pueden hacerse parte del espacio”, apuntó.
ESTRUCTURA HORIZONTAL
Con apenas seis meses al frente del Museo del Chopo, Sol Henaro, afirma estar en contra de un concepto de “tabula rasa” para su gestión, por lo que en este tiempo ha intentado generar vínculos con los trabajadores del este recinto universitario, de los cuales se mantuvieron la gran mayoría.
“Creo que un cambio de gestión siempre es una oportunidad de mejora, mucho más allá de la crítica a una gestión anterior. Esta es una ocasión para fortalecer procesos y para profesionalizar y atender lo que se requiera. Me interesa convocar una estructura horizontal y colectiva, donde los diferentes equipos que conforman el museo realmente puedan participar de la toma de decisiones y la lluvia de ideas”.
Aunque afirma que en esencia las áreas y proyectos del museo se mantendrán, sí habrá algunos cambios en conceptos de los mismos, en respuesta a las nuevas formas de pensamiento museístico. Tal es el caso de los talleres, que en el Chopo siguen llamándose servicios educativos, algo que Henaro menciona no corresponde con nuevos conceptos de museología crítica. Estos cambios también responderán a nuevas consultas del consejo asesor del museo.
“Soy consciente de cómo el museo ha acompañado y debe seguir acompañando a distintas comunidades, que, además, van cambiando y no son las mismas. Por ejemplo, siempre vamos a estar con las comunidades en defensa de las diversidades sexo genéricas, pero también queremos empezar a abrirnos a otras comunidades o formar contenidos para atender a otros apetitos generacionales”.
IMPULSAR UN ARCHIVO HISTÓRICO
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En su carrera, Sol Henaro también fungió como curadora del Acervo Documental y responsable del Centro de Documentación Arkheia del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, donde impulsó investigaciones y la conformación de una colección sobre visualidades y VIH en nuestro país.
Con esta experiencia, la especialista afirma que el Museo del Chopo cuenta con importantes acervos, como un Centro de documentación, el archivo “Desobediente” y una colección de fanzines. De todos ellos considera que son ejemplos de proyectos y expresiones artísticas que responden a los objetivos del museo. Sin embargo, aseguró estar muy interesada en poder conformar un archivo histórico con miras al próximo año en que este espacio de la UNAM cumplirá 50 años de existencia.