Las antiguas civilizaciones que alguna vez poblaron tierras mexicanas son todavía un misterio para los investigadores a pesar de sus constantes descubrimientos que, en lugar de dar respuestas, ponen más dudas en ellos.
Uno de ellos es Ocumtún, un lugar descubierto por un equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la reserva ecológica de Balamkú, en Campeche, que todavía guarda muchos secretos.
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Se trata de una ciudad maya que había pasado desapercibida, pues para llegar a ella se necesita introducirse en las profundidades de la selva. Por ahora se llama Ocumtún, pero gracias a un último hallazgo podría revelarse su verdadero nombre.
¿Cómo es Ocumtún?
A 60 kilómetros de la reserva ecológica Balamkú y entre la vegetación se encuentra Ocumtún (columna de piedra). Fue llamada así por la cantidad de monolitos cilíndricos de piedra que se encuentran dispersos por todo el lugar.
Tan sólo el núcleo del sitio cubre más de 50 hectáreas y tiene estructuras piramidales de hasta 15 metros de altura. Se cree que fue un centro importante de las Tierras Bajas Centrales, probablemente durante el periodo Clásico (250 - 1000 d.C).
A su vez, hay una calzada que conecta el complejo sureste con la parte noroeste, donde se ubica la construcción más grande del sitio, el cual se piensa fue el centro o acrópolis de Ocumtúm.
Esta es una planta rectangular, cuyos lados miden 80 metros y su altura es de unos 10 metros, en su parte norte hay una pirámide que se eleva 25 metros sobre el terreno natural, de acuerdo con arqueólogos del INAH.
Y claro que la civilización que vivió aquí no dejó de lado las actividades culturales, ya que también se encuentra una especie de plaza deportiva donde se cree se llevaban a cabo juegos de pelota.
Ocumtún no es su verdadero nombre
El descubrimiento dio un nuevo giro recientemente, pues el INAH bautizó el lugar de acuerdo a las columnas que lo hacen peculiar, pero la realidad es que sus habitantes le dieron su verdadero nombre, el cual era desconocido hasta ahora, o eso creen.
Octavio Esparza Olguín, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que los pocos monumentos de Ocumtún son lisos, pero al excavar más, encontraron uno con relieve.
Pese a que estaba incompleto, se pudo revelar un texto jeroglífico que podría dar indicio de cómo se llamaba realmente la ciudad.
En una pieza aparece el logograma ajaw, ‘señor’, que alude a un gobernante o noble maya, y "por encima de este un par de silabogramas que parecen constituir la palabra Maatz’," es decir, el cartucho habla del “Señor de Maatz’”.
Aunque esta pieza no pertenezca originalmente a la ciudad, ya que se acostumbraba a trasladar monumentos a lugares lejanos, los investigadores creen que el nombre de Ocomtún sea en realidad Maatz.