El Complejo Cultural Los Pinos inauguró la ofrenda de la ONU, “Por la vida y la paz”, ubicada en el vestíbulo de la Casa Miguel Alemán. La elaboración estuvo a cargo de artesanos provenientes de Tolimán, Querétaro, quienes acudieron a presentar la obra.
Marco Rincón, miembro de la comunidad de artesanos, acudió a esta ceremonia de inauguración donde explicó que esta ofrenda “representa el bien común de nuestras mayordomías, de nuestras descendencias y nuestro linaje, representa también la Santa Cruz y las pinturas que en su momento fueron ese recuerdo de su trabajo”.
Este altar, inspirado en las capillas oratorio del pueblo de San Miguel Tolimán, estará abierto al público hasta el domingo 3 de noviembre, de manera gratuita, en un horario de martes a domingo de 11:00 a 18:00 horas.
Está compuesto por distintos elementos de la ofrenda tradicional, que representan también los usos y costumbres de Tolimán.
“Encontramos los frutos y las ofrendas que emergen de la tierra, para presentar en este fin del ciclo agrícola. Igual la luz que representa a cada uno de ellos que nos han abandonado, y dentro de ello también se encuentran las bebidas, los alimentos y las flores que son parte de nuestra comunidad”.
Dentro de los componentes de esta ofrenda, también figuraban los instrumentos que representan “la música de viento, que es común en cada descendencia y mayordomía. También tenemos el somador, que es la purificación de todo lo que ofrecemos, los alimentos, y el tendido que es un responso dedicado a los fieles difuntos”, según comentó Marco Rincón.
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Durante el evento estuvieron presentes Homero Fernández, director del Complejo Cultural Los Pinos; Lisby Ramos, Coordinadora de Tolimán; Ana Paola López, Secretaria de Cultura de Querétaro; y Peter Grohmann, Coordinador Residente de la ONU en México.
“A través de las tradiciones otomíes de Tolimán, municipio de Querétaro, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, nos sentimos privilegiados de ser parte de esta ofrenda que expresa una relación muy especial con nuestro hogar la tierra, las montañas, el agua y la lluvia, las flores silvestres y los frutos, símbolos de resiliencia, vitalidad e identidad”, expresó Peter Grohmann.
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Al finalizar la inauguración, un grupo de habitantes de Tolimán ofrecieron una presentación de baile tradicional de su pueblo, así como un rezo especial para inaugurar formalmente la ofrenda.