/ miércoles 25 de septiembre de 2024

Panes de ánimas: el antecedente español del pan de muerto mexicano

El pan de muerto como ahora lo conocemos es una mezcla de la época prehispánica y la conquista española

Los panes de muerto son un platillo que no puede faltar en la mesa de los mexicanos durante la época de los fieles difuntos que se celebra año con año, sin embargo, tienen un antecesor: los panes de ánimas.

Desde tiempos ancestrales, nació la tradición de ofrendar con alimentos a los espíritus de los seres queridos que traspasaron al otro mundo y el trigo se volvió un ingrediente principal.

Aunque en la mayor parte del país se puede encontrar el pan de muerto clásico, cabe destacar que hay distintas regiones en donde estos panes tienen características particulares como Oaxaca, en donde a este alimento se le da la forma del cuerpo humano o de animales, con ingredientes como como yema de huevo y una capa de azúcar que representa la cara del fallecido.

¿Cuál es el origen del pan de muerto?

El pan de muerto que ahora conocemos, elaborado con azahar, naranja, azúcar, ajonjolí y canillas podría definirse como una mezcla de culturas entre las costumbres prehispánicas y las tradiciones españolas que llegaron tras la conquista.

El pan de ánimas que los españoles dedicaban a sus seres queridos fallecidos, estaba elaborado principalmente con trigo.

El 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos y, el 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos; las personas preparaban estos panes y los bendecían para ofrendarlos a sus muertos, según lo escrito por Luis de Hoyos Sainz en su libroFolklore español del culto a los muertos”.

Panaderos oaxaqueños elaboran el tradicional pan de muerto de yema y mantequilla que se consume y adorna los altares de Día de Muertos. / Foto: Carolina jiménez/ Cuartoscuro.com

Sin embargo, en México el culto a los muertos era una tradición que se practicaba desde antes de la llegada de los españoles.

Lee: Camino al Mictlán Fest 2024: fechas, costos y todos los detalles que necesitas saber

En la época prehispánica se preparaba el "papalotlaxcalli" o “pan de mariposa” o “xonicuiell”, hecho a base de amaranto o maíz seco y tostado, que eran acompañados con miel de abeja o maguey.

➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante

Los panes o tortillas eran puestos como ofrendas a Huitzilopochtli a quien adoraban, aunque de acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) señala que el “huitlatamalli” era el equivalente al pan de muerto que ahora consumimos, este era una especie de tamal.

Los panes de muerto son un platillo que no puede faltar en la mesa de los mexicanos durante la época de los fieles difuntos que se celebra año con año, sin embargo, tienen un antecesor: los panes de ánimas.

Desde tiempos ancestrales, nació la tradición de ofrendar con alimentos a los espíritus de los seres queridos que traspasaron al otro mundo y el trigo se volvió un ingrediente principal.

Aunque en la mayor parte del país se puede encontrar el pan de muerto clásico, cabe destacar que hay distintas regiones en donde estos panes tienen características particulares como Oaxaca, en donde a este alimento se le da la forma del cuerpo humano o de animales, con ingredientes como como yema de huevo y una capa de azúcar que representa la cara del fallecido.

¿Cuál es el origen del pan de muerto?

El pan de muerto que ahora conocemos, elaborado con azahar, naranja, azúcar, ajonjolí y canillas podría definirse como una mezcla de culturas entre las costumbres prehispánicas y las tradiciones españolas que llegaron tras la conquista.

El pan de ánimas que los españoles dedicaban a sus seres queridos fallecidos, estaba elaborado principalmente con trigo.

El 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos y, el 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos; las personas preparaban estos panes y los bendecían para ofrendarlos a sus muertos, según lo escrito por Luis de Hoyos Sainz en su libroFolklore español del culto a los muertos”.

Panaderos oaxaqueños elaboran el tradicional pan de muerto de yema y mantequilla que se consume y adorna los altares de Día de Muertos. / Foto: Carolina jiménez/ Cuartoscuro.com

Sin embargo, en México el culto a los muertos era una tradición que se practicaba desde antes de la llegada de los españoles.

Lee: Camino al Mictlán Fest 2024: fechas, costos y todos los detalles que necesitas saber

En la época prehispánica se preparaba el "papalotlaxcalli" o “pan de mariposa” o “xonicuiell”, hecho a base de amaranto o maíz seco y tostado, que eran acompañados con miel de abeja o maguey.

➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante

Los panes o tortillas eran puestos como ofrendas a Huitzilopochtli a quien adoraban, aunque de acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) señala que el “huitlatamalli” era el equivalente al pan de muerto que ahora consumimos, este era una especie de tamal.

Mundo

Corte Internacional emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Mohamed Deif

Las órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu, Yoav Gallant y Mohamed Deif, son por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra

México

Diputados sepultan al Inai y a otros seis órganos autónomos

En medio de protestas de la oposición, la Cámara de Diputados aprobó la desaparición de 7 órganos autónomos, cuyas funciones serán absorbidas por las secretarías de Estado

Mundo

Kiev acusa a Moscú de disparar un misil intercontinental contra Ucrania

Es la primera vez que Moscú utiliza este tipo de armas desde la invasión de Ucrania en 2022

México

Áreas Naturales Protegidas tendrán un peso de presupuesto por cada hectárea resguardada

Ambientalistas temen la falta de monitoreo biológico y la poca capacidad de protección ante vulneraciones

Metrópoli

La unidad Tlatelolco cumple 60 años entre glorias pasadas y los desafíos del presente

Sus primeros habitantes añoran el brillo de la zona y reprochan el olvido

México

INE solicita al Senado retrasar 90 días la elección judicial

El INE pidió más tiempo para organizar la elección de ministros, jueces y magistrados, debido a que las suspensiones judiciales retrasaron la organización por más de un mes