La fotografía a lo largo del tiempo ha tomado gran importancia en el mundo entero, porque a través de la ella, se pueden conocer históricos acontecimientos, como es el caso del quehacer arqueológico, donde su función es en materia documental, estética y de registro institucional.
Así como se aborda en la exposición La invención de la memoria. Fotografía y arqueología en México, que será inaugurada hoy en la Sala A1 del Museo Nacional de Antropología y que es organizada por la Secretaría de Cultura a través del INAH, en colaboración con Arte & Cultura de Grupo Salinas.
La exhibición hace un recorrido por 150 años de desarrollo arqueológico de nuestro país, ya sea edificios u objetos, a partir del trabajo de exploradores extranjeros del siglo XIX, en el que destacan Désiré Charnay y Teoberto Maler, hasta fotógrafos que dieron continuidad a esta labor como Edward Weston, Juan Rulfo, Nacho López, entre otros.
“Estamos frente una exposición que reúne testimonios con valor histórico, lo que queremos dar a entender es cómo a partir de una imagen se preserva y entabla una reflexión con nuestro pasado, justamente con nuestra memoria”, dijo durante la presentación, Sergio Vela, director general de Arte & Cultura de Grupo Salinas.
Son más de 200 fotografías algunas son originales y otras impresiones contemporáneas, así como materiales bibliográficos y grabados de los siglos XIX y XX, que pertenecen en su mayoría a las colecciones de Arte & Cultura de Grupo Salinas, del museo, de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y colecciones particulares.
“Es un proyecto que puede convertirse en un tema fundamental para entender la cultura mexicana, que esta fundamentada por el legado de estas culturas precolombinas que han dejado un conocimiento y una sabiduría con una aportación estética extraordinaria, de las cuales el país se sigue nutriendo”, explicó el curador de la exposición Mauricio Maillé.
El recorrido museográfico esta dividido en cinco núcleos temáticos: Maleza entre ruinas; Develando el pasado; Musa precolombina; Cuestión de escala; Del objeto sagrado a la obra de arte, que destacan el calor del trabajo de los exploradores y maestros de la lente que han hecho de estas imágenes unos verdaderos documentos irremplazables.
“El resultado es que la fotografía sí es un documento histórico y fidedigno, que en lo personal me abre un campo de investigación y para futuros investigadores es un camino para que sigan descubriendo la relación que tiene la fotografía con la arqueología”, concluyó Maillé.