“Me siento como un obrero, un artesano del lenguaje”, ataja Adolfo Castañón (CDMX, 1952), poeta, narrador, ensayista y traductor. “Un comprometido con el lenguaje, quien estudia la oralidad convertida en escritura y viceversa”, definió en entrevista.
Así Castañón, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, reflexiona sobre su labor durante más de 40 años que le mereció el Premio Nacional de Artes y Literatura 2020 en el área de Lingüística y Literatura.
▶️ Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias
“Estoy muy agradecido y es un honor, pero también una gran responsabilidad porque es una especie de reconocimiento a un largo trabajo en la literatura, edición de libros, crítica, y realmente formo parte de una cadena de otros galardonados y me siento, usando el lenguaje actual, como un enfermero que cuida su lengua”, refirió.
Castañón es creador de obras como El reyezuelo, Recuerdos de Coyoacán, La gruta tiene dos entradas (Premio Mazatlán de Literatura 1995), Viaje a México (Premio Xavier Villaurrutia 2008), Lugares que pasan, entre muchas otras; además de tener una extensa labor en el uso correcto de lenguaje.
El también Premio Nacional de Periodismo "José Pagés Llergo" confesó que su tarea de cuidar la lengua refiere a entender cómo la oralidad se transforma en la escritura; es decir, cómo un vocablo que nace de voz en voz se traslada a un ensayo académico o un diccionario.
Esta larga labor, que sigue creciendo, quedará registrada en una suerte de guía para “leer y entender a Adolfo Castañón”. Se trata, adelanta el autor, de un catálogo completo de su obra, tanto literaria como académica, que dará cuenta de cada obra que ha producido para que el lector pueda tener un eje por dónde acercarse a su obra.
La guía estará lista para finales del próximo año, junto con un libro de poesía y otro de artes plásticas, algunos de los proyectos aterrizados de Castañón, entre otros que prefiere reservarse hasta tenerlos materializados.
Castañón confesó que los meses de pandemia le llevaron a la reflexión sobre el verdadero valor de la vida y, sin duda, el lenguaje: “Este tiempo nos ha obligado a concentrarnos en nosotros mismos, en ver el valor de las cosas, y en medio de tanto duelo, dolor y pérdidas, se ha consolidado lo verdaderamente importante”, refirió el escritor de 68 años de edad.
Junto con el lingüista, se premió también a Alfredo López Austin en la categoría de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía; al escultor coahuilense Manuel de Jesús Hernández, “Hersúa”, en el campo de Bellas Artes, y a Mario Agustín Gaspar, artesano michoacano, en Artes y Tradiciones Populares.