El libro Coyolxauhqui. A 45 años de su descubrimiento, registra el hallazgo del monolito sepultado durante siglos en las ruinas del Templo Mayor, el cual simboliza a la diosa lunar mexica. La publicación se presentó ayer, en el marco de las celebraciones del 45 aniversario del descubrimiento.
El investigador emérito Eduardo Matos Moctezuma, fundador del proyecto de excavación que se realiza desde los años 70 en el sitio arqueológico del Centro Histórico de la Ciudad de México, recordó cómo evolucionó la tecnología a lo largo de los años, permitiéndoles realizar su trabajo con mayor exactitud.
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“Cuando comenzábamos, usábamos una cosa que se llamaba plancheta, era como un teodolito, pero no llegaba a esa perfección”, detalló el experto durante la presentación.
“Era lo que teníamos en ese momento, se empezaban a hacer dibujos con la plancheta. De eso pasamos a aplicar otros aparatos que ni me imaginaba que existían, el 3D, la quién sabe qué, unos aparatos que venían con una perfección tecnológica impresionante”, agregó.
En la presentación del libro estuvieron presentes también la directora del Museo del Templo Mayor (MTM), Patricia Ledesma Bouchan, el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Miguel Pastrana Flores y el director del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, Salvador Rueda Smithers.
La publicación consta de más de 200 páginas que cuentan con fotografías que documentan el proceso de investigación que se ha realizado durante estos 45 años, reflexiones y textos sobre la importancia de esta labor.
Asimismo, incluye imágenes de algunas de las piezas que conformaron la exposición temporal Coyolxauhqui: El astro, la diosa, el hallazgo, que se exhibió en el MTM, con motivo del aniversario del descubrimiento del monolito, que recibió alrededor de 200 mil visitantes.
La muestra se centró en el mundo nocturno al cual pertenece la diosa, y su relación con lo frío, lo femenino, los conejos y el pulque.
UNA NOTICIA QUE MARCÓ LA HISTORIA
El 21 de febrero de 1978, un grupo de trabajadores de la hoy extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro reportaron el hallazgo de un monolito en los alrededores del Templo Mayor, que tras ser analizado por personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia, se determinó que representaba a Coyolxauhqui.
Miguel Pastrana, quien en ese entonces era tan solo un niño, recordó el impacto que tuvo esta revelación entre los amantes de la historia.
“Fue emocionante para los que estábamos viendo esas noticias, mi padre tenía la costumbre de comprar el periódico, y ahí leíamos las noticias. Quién diría que 45 años después, estaría presentando un hermoso catálogo de esa exposición.,
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Asimismo, el funcionario recalcó la importancia de la documentación gráfica de los trabajos de excavación en sus diferentes etapas, y celebró que el libro muestre a las nuevas generaciones cómo se vivió el hallazgo.
“Tienen un valor histórico, va más allá del asunto anecdótico o simplemente de algo que podemos digitalizar para nuestra clase. Es una memoria visual de los trabajos del templo mayor”, finalizó.
