"Tras un análisis poco frecuente para los estudios históricos de América Latina, Eduardo Matos Moctezuma y Luis Millones, expertos en la historia prehispánica de México y Perú respectivamente, publican el libro “Moctezuma y Atahualpa: vida, pasión y muerte de dos gobernantes” (Tusquest, 2024), en cuyas páginas contraponen las figuras de los últimos líderes de los dos más grandes imperios de América, los cuales enfrentaron la llegada de los conquistadores españoles: el Mexica o de la Triple Alianza y el Inca o Tawantinsuyu.
“Consideramos muy importante que no sólo se hable, como se ha hecho en muchas ocasiones, de cada uno de estos personajes indígenas e imperios por separado. Creemos que es el momento de conjugar ambas presencias que, a principios del siglo XVI, estuvieron presentes en dos áreas separadas de América, el centro de México y el área andina.
“Hubo ciertos paralelismos, similitudes y divergencias que existieron entre ambas sociedades, tanto en su desarrollo como en las vicisitudes que tuvieron que pasar”, explica el arqueólogo Matos Moctezuma, en entrevista.
Al puntualizar que este libro se centra principalmente en ambos gobernantes, Matos Moctezuma advierte que sus historias coinciden en “la tragedia y la muerte”, pero no sólo eso, también en el esplendor de sus imperios, logrado por el dominio militar.
“El imperio Inca llegó a dominar lo que hoy son varios países, como Perú, Ecuador, Bolivia y unas partes de Chile y Colombia; mientras que, en Mesoamérica, el Imperio de la Triple Alianza, conformado por Tenochtitlán, Tacuba y Texcoco, llegó abarcar de costa a costa, de Veracruz hasta Oaxaca y un poco más allá”, afirma el historiador.
También señala que ambas civilizaciones, al tener que enfrentar la llegada de los conquistadores españoles, se vieron en la complicada situación de tener poblaciones sometidas que, en el caso de Hernán Cortés, desde que llegó a Veracruz en 1519, le permitió reconocer que estaba en un momento propicio para su llevar a cabo su expedición.
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En cuanto a la tragedia, una de las similitudes que encontraron los especialistas fue el “aprisionamiento”, que en el caso del Imperio Inca sucedió, cuando el conquistador Francisco Pizarro, tomó preso a Atahualpa, condicionando su libertad a cambio de oro, intercambio que el español no respetó; mientras que, en el caso de Moctezuma, fue capturado y hecho prisionero en el palacio de su padre, Axayácatl, donde alojó a los españoles.
El final de ambos imperios se dio con poco más de una década de diferencia, menciona el experto; “hay algo que llama la atención, y es que en algún momento Pizarro se hizo llamar marqués, un título nobiliario que también se le había otorgado a Cortés, cuando en ese momento ya estaba la Nueva España. Obviamente que se conocía lo sucedido en las ciudades mexicas de Tenochtitlán y Tlatelolco, así que algo de ello les debió de servir allá”.