Retoman el legado ochentero de King Crimson

Dos miembros de la banda salieron de gira para interpretar la música de una trilogía que publicaron hace más de cuatro décadas

Edgar Arellano

  · jueves 26 de septiembre de 2024

Las magníficas ejecuciones de la agrupación no demeritan a las originales que se grabaron hace más de 40 años / Foto: IG @officialbeattour

Houston, Texas. El pasado 21 de septiembre se presentó el grupo Beat, en el Bayou Music Center de esta ciudad. La agrupación, formada por dos de los integrantes originales de King Crimson (KC), Adrian Belew y Tony Levin, junto al súper guitarrista Steve Vai y el baterista del grupo de rock progresivo Tool, Dany Carey,

Para celebrar los 40 y pico años de su trilogía de los ochentas, formada por los discos Discipline, Beat -donde las letras de las canciones tienen la influencia del escritor norteamericano Jack Kerouac- y Three Of A Perfect Pair. Todo esto, como parte de una gira de 65 conciertos que sólo abarca la Unión Americana y Canadá, y que cuenta con el visto bueno del otrora líder de la banda, Robert Fripp.

Y es que para Fripp, realizar este proyecto con él a la cabeza le llevaría cerca de tres años, por lo que decidió hacerse a un lado y ceder su lugar al multipremiado Steve Vai , junto con Danny Carey, quien también creció oyendo música de KC, por lo que fue el elegido para sustituir al ya retirado Bill Bruford.

El concierto se llevó a cabo de forma magistral, en una noche llena de sorpresas para los amantes del rock progresivo y de manera muy especial, ya que la banda estaría interpretando tres álbumes increíbles.

El concierto arrancó con “Neurotica”, “Neal and Jack and Me”, “Heartbeat”, “Sartori in Tangier”, “Dig Me” y “Model Man”, todos con ellas con gran maestría y precisión, mientras que en “Man with an Open Heart” pudimos ver ejecutar a Tony Levin hasta dos instrumentos a la vez: su clásico Chapman stick y los teclados, para finalizar la primera parte del concierto con “Lark’s tongues in aspic III”.

Fue muy especial ver a Adrian Belew como un verdadero frontman que baila, canta y hasta usa un taladro contra la guitarra para crear sonidos


Entonces vino un intermedio de 15 minutos para después presenciar la mejor parte del concierto, que arrancó con “Waiting Man”, donde Danny Carey se lució en las percusiones, asumiendo con autoridad el rol de Bill Brufford, para luego seguir con “Sheltering Sky”, “Sleepless” y “Frame By Frame”.

Luego vino la parte más frenética del concierto con las interpretaciones de “Mate Kudasai”, para mí una de las canciones más bellas de rock, y “Elephant Talk”, donde disfrutamos a Adrian Belew cantando y tocando la guitarra como en sus mejores épocas, en un recinto lleno de magia y felicidad, con las magníficas ejecuciones de esta agrupación que no demerita a las originales de hace ya más de 40 años.

El público estaba más que agradecido y extasiado con lo que estaba pasando en el escenario, ya que este no sólo es un tributo, sino una interpretación creativa y una clase maestra de estos tres icónicos discos.

En ‘Man with an Open Heart’ pudimos ver a Tony Levin ejecutar dos instrumentos a la vez: su clásico Chapman stick y los teclados


La presentación cerró con “Three of a Perfect Pair” e “Indiscipline”, demostrando la calidad de cada uno de sus integrantes, aunque como dije, fue muy especial ver mister Belew como un verdadero frontman que baila, canta y hasta usa un taladro contra la guitarra para crear sonidos.

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Después de una larga ovación, los músicos regresaron para un encore en el que interpretaron “Red” y “Thela Hun Ginjeet”.

Fue un concierto lleno de energía y con un público interactuando todo el tiempo con los miembros del grupo, en lo que sin duda fue clase maestra de rock progresivo que nos hizo viajar a través del tiempo y una gira que esperamos que pronto se pueda extender hacia países como México y no tengamos que esperar otros 40 años más para volver a verlos.