La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) presentan en el Museo del Palacio de Bellas Artes, por primera vez, la última obra mural de la creadora Rina Lazo, titulada Xibalbá, el inframundo de los mayas.
La obra, de más de 2 metros de alto y 5 metros de largo, se encuentra en la Sala Internacional del máximo recinto cultural, bajo el concepto curatorial de la historiadora del arte e investigadora Dina Comisarenco.
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Se presenta como un homenaje a la creatividad, determinación y talento de la pintora, reconociendo al mismo tiempo sus convicciones y anhelos de justicia social, y el aporte de las mujeres artistas al movimiento muralista mexicano.
Fechas, horarios y costos para ver Xibalbá
El mural podrás verlo en el Palacio de Bellas Artes hasta el próximo 24 de julio, de martes a domingo, en un horario de 11 de la mañana a 5 de la tarde.
La entrada tiene un costo de 75 pesos pero es totalmente gratis los días domingos. Asimismo, hay casos especiales en los que el ingreso también es gratuito:
- Maestros y estudiantes con credencial
- Adultos mayores con credencial del INAPAM
- Personas con capacidades diferentes
- Niños menores de 13 años
¿Quién fue Rina Lazo?
De acuerdo con la historiadora del arte, Fátima Anzueto, Rina Lazo Wasem, nació en la Ciudad de Guatemala en 1923.
Su padre fue el médico Arturo Lazo Midence y su madre, Melanie Wasem de ascendencia alemana. De ella y de su abuelo materno heredó el gusto por la pintura. Rina y es por ello que desde pequeña estuvo en contacto con las artes.
En 1946, Lazo sale por primera vez de Guatemala al llegar a la Ciudad de México, donde su interés desde un inicio fue aprender la técnica del fresco.
El artista Juan Antonio Franco, que había trabajado como asistente de los muralistas Diego Rivera y José Clemente Orozco, la asesora y le recomienda entrar a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda.
Ella inmediatamente se inscribe en el curso de la técnica del fresco, donde tomó clases con reconocidos maestros dentro de la corriente pictórica que se encontraba en su mayor esplendor: el muralismo, por el que conoció de cerca a Diego Rivera.
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Rina incluso llegó a comentar que Rivera la acercó a temas sociales y políticos propios de la época, familiarizándose con su temática y pensamiento, lo cual la motivó a entablar una amistad que prevaleció por más de diez años. En ese tiempo, la confianza y la admiración se afianzó a tal punto, que la artista terminó siendo la ayudante predilecta de Diego Rivera hasta la muerte del gran reconocido pintor.