A pocos metros del concurrido barrio chino de Bangkok, la histórica calle de Song Wat pasa desapercibida. Pero en un intento de escapar de la vuelta masiva del turismo, los tailandeses redescubren los encantos de este barrio, considerado una "joya escondida" y que se ha convertido en el centro neurálgico de influencers, artistas y músicos.
Construido en 1906 bajo el reinado de Rama V, y después de que un incendio devastara buena parte de Chinatown, Song Wat ha ocupado una estratégica posición para la construcción de puertos y rápidamente se convirtió en un importante punto de encuentro de quienes se dedicaban al intercambio de mercancías.
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Sin embargo, ante la expansión de la ciudad, el barrio ha caído en el olvido. Ahora, los comerciantes locales apuestan por recuperar, también, la otrora tan característica movida urbana que dominaba la región hace unas décadas.
Desde 2016 Song Wat experimenta un "boom" de nuevos negocios y, desde el fin de la pandemia de Covid-19, sus entornos se han convertido en la nueva tendencia entre 'influencers', artistas, músicos y la población "más alternativa" de Tailandia.
El barrio se ha puesto muy de moda y la verdad es que ha atraído a muchos turistas, pero sobre todo los locales están redescubriendo el barrio
Myriam Rueda, Diseñadora
"Sobre todo desde hace un año, el barrio se ha puesto muy de moda y ha empezado a abrir cafeterías, restaurantes, hoteles, hostales y bares. Y la verdad es que ha atraído a muchos turistas, pero sobre todo los locales están redescubriendo el barrio", dice la española Myriam Rueda, una diseñadora gráfica que vive en Bangkok desde hace 14 años y que tiene su estudio en esta zona.
En un corto recorrido por sus estrechos callejones, que serpentean y se confunden con las propias orillas del río Chao Phraya, se descubren fácilmente decenas de galerías de arte, cafeterías con granos especiales -procedentes de Colombia o Brasil-, espacios musicales, tiendas de licores o misteriosas tabernas.
Asimismo, sólo en sus aceras es posible encontrar algunos de los platos más típicos de la gastronomía tailandesa, china e islámica, ya que diversos pueblos y culturas se afincaron históricamente aquí, debido al pasado mercante de la región.
Desde los interiores de los restaurantes, los sabores de los cocidos se mezclan con los olores de especias y condimentos que desprenden de las ventanas de los pequeños comercios de productos culinarios que se enfilan lado a lado, por lo que explorar los rincones de esta calle es, ante todo, una experiencia multisensorial.
Como no podía dejar de ser, los paisajes desempeñan un papel central en las andanzas por ese tradicional barrio, donde la arquitectura de los antiguos edificios contrasta con el aire moderno de los nuevos comercios.
Los nuevos negocios, con una mirada más moderna, han atraído a mucha gente joven
La combinación de diversos colores, formas y siluetas ofrece un espectáculo visual único que, cada vez más, ha puesto al vecindario en el punto de mira de publicitarios, fotógrafos y diseñadores que apuestan por utilizarlo como escenario de sus creaciones.
"Los nuevos negocios, con una mirada más moderna, han atraído a mucha gente joven. Y la gente también tiene ganas de cosas nuevas, de descubrir arquitectura increíble, hay platos que son muy típicos de la zona y solo los hacen aquí… y eso a los tailandeses les atrae muchísimo", dice Rueda.
Gracias a la creciente atención que ha recibido, Rueda y varios de los comerciantes locales se unieron para lanzar una guía completa de todos los servicios ofrecidos en Song Wat o, en palabras de sus autores, "una carta de amor al vecindario".
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Además de listar los establecimientos que componen la zona, la guía también reúne curiosidades y datos sobre el barrio, cuyo desarrollo se confunde con la propia historia de la Tailandia moderna.
Los lugareños de este icónico barrio de Bangkok confían así en que los visitantes "descubran esta joya perdida" y vuelvan a "enamorarse una vez más" de esta zona.