Como una respuesta a las constantes agresiones verbales hacia su persona, Nancy Cázares tomó la decisión de cambiar su aspecto dejando a un lado la feminidad, para dar paso a un personaje con el que ingresó a la comunidad drag king.
A diferencia del conocido drag queen, este concepto está conformado por mujeres que se transforman en hombres, a partir de los mismos detalles que el primero basados en maquillaje exagerado pero recreando los estereotipos de la masculinidad, ya sea interpretando a personajes icónicos o creando una nueva identidad.
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“Siempre me decían que era una machorra, que parecía varón, y mi manera de responder a eso, fue vestirme de hombre. De ahí surgió mi personaje Gabriel Drag King, con el que decidí pertenecer a este movimiento en 2016 siendo parte de Vogue House of Drag de Ciudad de México, una escuela donde enseñan todo sobre la cultura drag, donde aprendí a personificarme pero no como una mujer sino como hombre.
“Ahí descubrí que existen diferentes tipos de dragas, como la drag queen, drag no binarie, el drag queer y drag king, (pero) este último es un concepto que se sigue consolidándose en la Ciudad de México. A partir de ahí entré en confianza, me sentí en un espacio seguro para poder expresar todo lo que sentía sobre la feminidad y la masculinidad, a través del performance”, relata.
En 2023, la cantante Rosalía realizó un performance personificando al cantante Raw Alejandro, el video se volvió viral obteniendo 25 millones de vistas. En 2011, Lady Gaga hizo lo suyo en la entrega de premios MTV, para callar los rumores sobre su sexualidad, y no sólo se puso patillas, cubrió sus senos para parecer hombre, también usó una prótesis del miembro masculino para completar la personificación.
Siempre me decían que era una machorra, que parecía varón. Y mi manera de responder fue vestirme de hombre. De ahí surgió mi personaje Gabriel Drag King
En la cinematografía, varias han sido las caracterizaciones masculinas que han hecho historia a través de actrices como Julie Andrews quien fue nominada al Oscar por su personaje protagónico en el filme Victor Victoria en 1983, en el papel de una mujer que tuvo que disfrazarse de hombre para conseguir oportunidad laboral.
En el caso de Nancy, la decisión de pertenecer al movimiento drag king, le costó enfrentar la crítica negativa y los comentarios de odio en redes sociales, incluso por parte de la misma comunidad LGBTQ+ a la que pertenece.
“Yo lo hice primero por puro travestismo, después mi personaje se fue insertando al drag, a una escena de performance, inicié por gusto y ya después lo fui convirtiendo en un show.
“Mis conocidos más cercanos me aceptaron muy bien, después cuando me volví pública, hubo muchos haters (enemigos) en las redes sociales, mucha incomprensión incluso dentro de la comunidad LGBTQ+ hacia el concepto drag king, debido a que por muchos años, en este ámbito se ha visibilizado más al drag queen, pero en nuestro caso, falta mucho más conocimiento sobre el tema. He recibido comentarios como "te falta más espectacularidad", "eso no es drag"…”
No es tan nuevo como parece
Explica que el movimiento drag king en México “lleva como 30 años, sin embargo, cuesta mucho trabajo identificar a los grupos que pertenecen a esta cultura.
“Fue en 2015 que comencé a buscarlos, nunca los encontré hasta que una compañera dio con ellos. No son muy conocidos o solamente se encuentran dentro de una comunidad específica, una especie de travestismo femenino como yo le llamo. Pero a lo largo de la historia, en el cine nacional han aparecido mujeres interpretando papeles de hombre como en el caso de la cinta Pablo y Carolina, protagonizada por Irasema Dilián, que son símbolos importantes del drag king”, dice Nancy.
Cuenta que al realizar la búsqueda de colectivos o actividades relacionadas con este movimiento, se dio cuenta que algunos de estos se habían desintegrado ya que en ocasiones la ficción supera la realidad a la hora de que sus integrantes deciden no sólo personificar la figura masculina, sino convertirse realmente en lo que siempre desearon ser.
“Recientemente encontramos un colectivo de mujeres drag kings, pero éste se disolvió debido a que sus integrantes decidieron iniciar su proceso de transición hacia el género masculino y ahora viven como varones y dejaron el performance. También he conocido historias donde compas de la comunidad drag queen, dejaron de interpretar sus personajes para comenzar su transición a mujeres.
“Ya no quisieron quitarse la peluca ni el maquillaje, fue una manera de experimentación para comenzar con su cambio de género”.
Este concepto se refiere a las mujeres que se transforman en hombres a partir de detalles como un maquillaje exagerado y la recreación exagerada de algunos estereotipos de masculinidad
En la lucha por la visibilidad, la comunidad lésbica ha buscado integrarse de manera importante a diferentes ámbitos. “Hay una escena importante de transmasculinidad, donde chicos trans, han buscado a través del arte, el deporte y otros rubros, hacerse visibles.
“Yo soy activista militante no sólo de las consignas LGBTQ+, sino en general de izquierda, soy parte de un colectivo que se llama Arrecife Arte Trans, y el próximo 19 de mayo tendremos una actividad con toda la red de familias trans de la Ciudad de México, la cual está encaminada a esto, a que sepan que hay espacios seguros donde pueden reunirse y expresarse. Tengo conocimiento de compañeros trans que hacen activismo de manera pública muy ligada a diferentes instituciones y ONGS, como es el caso de Sony Rangel”.
Reconoce que su comunidad es minoría, y que la realidad que enfrentan es aún más complicada que otros miembros de la comunidad LGBTQ+.
“Somos una minoría, con mucho más desafíos que otras de la comunidad LGBTQ+, empezando por el proceso de cambio físico del sexo femenino al masculino es más riesgoso, conozco un grupo de compañeros cuya preocupación máxima es cambiar por completo físicamente. Como yo lo entiendo les aplican sus respectivas hormonas según cada quien quiera”.
Respecto al apoyo de su familia en cuestión de su identidad de género dice que, “mi mamá siempre me aceptó, me apoya, mi papá no opina desde hace mucho tiempo”.
Reconoce que su comunidad es minoría y que la realidad que enfrentan es aún más complicada que la de otros miembros de la comunidad
Confiesa que está enamorada, “ando con un chico, tengo una relación, a pesar de lo que muchos piensan sobre este tema”.
Para ella, el vestirse de hombre es su mejor forma de vivir el día a día, pero debe adaptarse a las condiciones laborales impuestas por la sociedad. “Cotidianamente por cuestiones de trabajo, me tengo que vestir de un performance más femenino, aunque pueda ser andrógino, pero siempre preferiré usar ropa de hombre, es más cómodo”.
Como Gabriel Drag King ha montado un show de poesía dedicado a Amelio Robles, un coronel mexicano que participó en la Revolución mexicana. Se considera que fue la primera persona transgénero en México cuyo cambio de género fue reconocido institucionalmente.
“Esa es mi onda, la poesía en voz alta, la pasarela, también exploro el personaje del pachuco, toda la cultura chicana. Hacemos coreografías con el colectivo Arrecife, y realizamos slams (recitales) de poesía queer, pero siempre invitamos a otras comunidades a que vengan a estos espacios donde hay talleres para escribir, o leer entre otras actividades”, dice la activista.
En sus presentaciones siempre trata de difundir contenido con un mensaje social importante que incluye textos en contra de los crímenes de odio, el machismo, la misoginia, contra los asesinatos a periodistas, el genocidio palestino, ambientalismo, entre otros.
“Es muy amplio el consignario, pero siempre por la denuncia, y si hay una noticia relevante como lo que sucedió con el asesinato del magistrade Ociel Baena, creamos contenido importante, en este caso hicimos un poema sobre esto.
“Pienso que este tipo de historias se naturalizan, como la mayoría de los casos de violencia que hay en el país, se vuelven parte de la nota roja; hay casos que quieren poner como ejemplo y le dan cobertura a uno solo, cuando diario suceden, es la otra cara de la moneda, de la naturalización, que es la invisibilización”.
Sobre los avances en la lucha por los derechos de la comunidad, LGBTQ+ opina que “esto no puede cambiar gracias a unas elecciones, ni creo que sea cuestión de algún partido político. La solución no está en las urnas, Depende de la forma en que nos organizamos como sociedad para tener una agenda común, hay que homogeneizar la lucha, la unidad, ir a las instancias adecuadas y que se evidencien las voluntades, porque dinero hay, hay hospitales e instituciones y uno se pregunta, qué es lo que falta para que los derechos se hagan extensivos.
“Ya hay muchas leyes aprobadas, pero la igualdad ante la ley no es la misma que la igualdad ante la vida, legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo no mejora las condiciones de las minorías, como por ejemplo, pedimos que haya tratamientos para la predisposiciones a VIH, hay derechos que no son extensivos, y hace falta pelear por ello”.
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En cinco años Nancy espera consolidar una escena king más grande, “es difícil que no haya espacios para representar el king, eso nos fragmenta más como comunidad, espero seamos una comunidad más sólida, delineada y propositiva”.
Su mayor reto es llevar al King a otros lados y lograr un cruce presencial en América Latina. “En el sur hay una escena importante de este movimiento, sobre todo en Chile y Argentina y en norte América en Texas, extrañamente siendo una zona muy conservadora, En Europa, España y en Alemania hay más colectivos”.