A pesar del rechazo de los talleristas del programa Talleres de Artes y Oficios (TAOC) para participar en los Kioscos Covid-19, la convocatoria de la Secretaría de Cultura de la CDMX se mantiene abierta para apoyo en tareas de logística.
En las dos primeras semanas de diciembre, la invitación tuvo respuesta de apenas 53 voluntarios, entre los dos mil 800 beneficiarios registrados en el programa TAOC, informó Benjamín González Pérez, director de Vinculación Cultural Comunitaria, al insistir en que se trata un acto voluntario para apoyar en los kioscos y filtros ubicados en el Centro Histórico y algunas colonias de alta incidencia.
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“Los kioscos están organizados así: los primeros responsables son de Participación Ciudadana que se encargan de montar los lugares, de hacer la alianza con el personal médico, tener todo listo en términos generales; la otra área es la Secretaría de Salud que se encarga de llevar a los médicos, los reactivos y aplicar las pruebas con personal médico especializado y otros son los equipos de gobierno de muchas dependencias que ayudan en dos actividades: dar información con un megáfono y pedirle a la gente que siga las indicaciones”, reiteró.
Vale recordar que los primeros días en que se hizo pública la convocatoria, los talleristas redactaron una carta pública en rechazo a la invitación la cual está firmada, al menos, por 150 personas. Y si bien el funcionario ha insistido en que el apoyo no pone en riesgo a los participantes, dos trabajadores del FARO Azcapotzalco, que prefieren mantenerse en el anonimato, aseguran que en la práctica las autoridades no garantizan su salud al no ofrecerles el equipo de protección necesario y no otorgar facilidades para su traslado de su hogar a la zona de trabajo.
Es el caso del primer testimonio quien aceptó apoyar durante la primera semana de diciembre. Le fue asignado un kiosco en la colonia Vicente Guerrero en Iztapalapa, a donde debía llegar en transporte público desde su casa ubicada en Azcapotzalco.
A su llegada el primer día, se le entregó un cubrebocas industrial, una careta de plástico y un chaleco verde con logotipos de Participación Ciudadana. El material debió usarlo la jornada completa durante los cinco días de la semana en que asistió al kiosco. Ante la falta de guantes de látex, compró un paquete junto con sus compañeros.
“Nunca nos dieron una capacitación de cómo tratar a la gente con virus o el manejo de residuos, o cómo tratar a una persona que llega con crisis. Oficialmente nos tocaba acomodar a la gente, aplicar gel antibacterial, pero en el momento nos pidieron entregar resultados y nosotros somos becarios que no tenemos derechos de salud, ninguna prestación de salud del gobierno, y el problema es que si yo contagio a mi madre o padre no tendría a qué hospital llevarlos y no tengo dinero”, refirió el joven.
Otro joven tallerista del FARO de Azcapotzalco en que el riesgo de contagio es alto no sólo en el kiosco sino en el trayecto. “Yo me opuse completamente porque aunque no soy población de riesgo, mi familia sí lo es y no voy a arriesgar a mi familia porque no nos dan las condiciones que ellos prometen y lo preocupante son las advertencias de que el año que viene cambiarán las reglas de operación del TAOC entonces se reducirán recursos y apoyos”, añadió.
En una reunión virtual con los beneficiarios del programa TAOC, Guadalupe Lozada, encargada del despacho de la Secretaría de Cultura, reiteró que la participación es voluntaria y dijo que no habrá ninguna represalia contra quien no acuda.
“Lo que estamos haciendo es apelar a la solidaridad de la gente, no se trata de ninguna manera forzarlos. Esto es: estamos en una emergencia y necesitamos de todos aquellos que quieran acudir a este llamado de la jefa de gobierno para que apoyen en espacios. Estamos pidiendo apoyo a quienes estén dispuestos a asistir a los filtros”, refirió.
En los ocho macro Kioscos Covid colaboran, hasta ahora, 200 personas de la Secretaría de Cultura local, se informó en la reunión.