Un leotardo color plata, contrasta con la cangurera naranja que José Rivera Moya lleva en la cintura, los demás bailarines visten de manera diferente: uno con traje militar y el otro con un blusón de rayas verticales y como accesorio, lentes estrafalarios.
Rivera Moya, Luis Tavera y Fernando Hurtado, director artístico e integrantes de La Cebra Danza Gay, respectivamente, se manifiestan con libertad durante la entrevista, palabra que es su bandera y ensordecen por medio del baile, para que sean sus cuerpos los que griten de sus sentimientos y preocupaciones.
Ellos hablan de la danza como su forma de vida dentro de esta compañía que lleva 23 años de existencia. Una agrupación que por medio de una de las expresiones más bellas del arte se manifiesta en contra de la homofobia y los crímenes de odio.
Aunque la compañía ya tiene más de dos décadas de pisar los foros más importantes de nuestro país como el Palacio de Bellas Artes, como algo inédito forma alianza con otros artistas del género para crear el Primer Festival de Danza Gay Teoría del arcoíris que se llevará a cabo del 7 al 9 de junio.
Este esfuerzo que se da, comenta Rivera, en el contexto “de la cuarta transformación” y tiene como objetivo visibilizar la causa de la comunidad por medio de coreografías que expresaran distintas temáticas en diferentes géneros dancísticos como el ballet, el tango y el vogue, entre otros.
La Cebra, además de tener el estreno de Equinos en busca de sangre, ofrecerá al público su propuesta de baile contemporáneo con este espectáculo creado por el propio coreógrafo, quien a pregunta expresa dice qué identifica a la danza gay.
“Tiene sus particularidades, tiene que ver con cuestiones sociales, de política, de denuncia contra los crímenes de odio y la homofobia, contra el SIDA, es una danza de concepto”.
Posteriormente, Luis menciona que “para mí la danza es una manera de encontrarme. Es mi forma de saber quién soy, como siento, la capacidad de poder sentir tan gran diversidad de emociones y entrar en distintas emociones”.
En su caso, el coreógrafo menciono que como director trata de conocer bien a los bailarines, “saber quiénes son, observarlos y sacar lo mejor que puedan aportar en escena y tener una comunicación constante”.
Para crear sus piezas dancísticas, Rivera Moya nos dice: “Yo me inspiro en la literatura la plástica y el cine, mis autores favoritos en la literatura son Jean Genet, Mishima, Óscar Wilde. En la pintura Paul Klee y Kandisky. También Julio Galán, el mayor exponente de la plástica gay”,
En cuanto a qué sigue para La cebra, el artista menciona que continuar con su libertad de expresión, porque “La homofobia sigue, nunca va a terminar, tenemos que seguir trabajando falta mucho por hacer, sobre todo en provincia”
¿El arte como ayuda?
“Somos voceros, tiene su particularidades que tienen que ver con las cuestiones sociales y políticas en ese sentido nos insertamos para ser representantes de una comunidad en específico”.
El bailarín enfatiza que la finalidad de La Cebra Danza Gay es seguir siendo el portavoz de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti e intersexual LGBTTTI mediante el baile y ahora con un festival como este la idea se refuerza.
También consideran que han marcado un precedente dentro de las compañías de danza al ganarse un lugar en la escena que se ha visibilizado en estos 23 años de vida de la organización que ahora se une en un festival con variadas propuestas en la danza.
Rivera Moya mencionó que por supuesto él y el resto de los bailarines participarán en la marcha del Orgullo Gay que se llevará a cabo en Paseo de la Reforma a finales de julio y tienen proyectos de presentarse en más espacios escénicos.
Cabe mencionar que esta compañía que se ha distinguido por su labor social y artística. Representó a México en la Bienal de la Danza de Lyon (2002), Nueva York (2005), el Festival Internacional Cervantino (2011) y Hamburgo (2013).