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La primera fotografía que se subió a la web era del tamaño de un timbre de correo, sus dimensiones no rebasaban los 120 pixeles y tomó dos minutos cargarla. El mundo ya no sería el mismo desde aquel instante grabado en la memoria colectiva a finales de 1992.
Hoy en día, usted que nos lee ahora tiene en el pulgar de su mano dere-cha la posibilidad infinita de subir imágenes en menos de un segundo y con un alcance global a través de diversas aplicaciones, siendo la más popular la reina de todas, Instagram.
Como muchos avances tecnológicos, quienes lo realizan no alcanzan a dimensionar el alcance de sus hazañas; esta foto que hoy les presento surge de una iniciativa motivada más por la diversión que por una propuesta seria de transformar el mundo. Así surgió también Facebook hace 15 años.
Es por ello que ahora, que se cumplen 30 años de la invención de la World Wide Web, decidí recordar esta foto de Les Horribles Cernettes, un grupo de mujeres que se dedicaba a realizar parodias con “grandes peinados” y “vestidos de la época de los 50”.
Esta imagen daba pie a un pequeño festival de música que organizaron varios científicos en su búnker de Ginebra, Suiza. El cuarteto femenil, de hecho, toma su nombre de ese centro de investigación, el Consejo Europeo de Física Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), justo donde sería concebida la WWW.
Imaginen primero que la web no alcanzaba a más de mil personas en una zona geográfica específica y que su arquitectura no incluía colores, audio, fotos y mucho menos video. Era una “página” que sólo mostraba hipertextos que desplegaban un menú más bien confuso.
La web nació en el CERN y Tim Berners-Lee es el padre de este protocolo cibernético que nos cambiaría la vida a todos, aunque su motivación era exclusivamente crear un sistema derivado de la necesidad que tenían él y sus colegas de “distribuir o intercambiar información” acerca de sus investigaciones, de una manera sencilla y efectiva. Para ello se basó en los hipertextos, es decir, el famoso HTTP que hoy todos usamos.
La creación de la WWW en marzo de 1989 abrió el camino para que se publicara la primera foto en la red, y esto último sólo es comparable con la creación, en 1826, de la primera fotografía que logró fijarse en la historia de la humanidad, hazaña que se le atribuye a Nicéphore Niépce con su famosa placa tomada desde una azotea en París y que marca un parteaguas en la concepción visual del mundo.
Recordemos que, antes de 1826, toda imagen de personas o paisaje de la época era una propuesta exclusiva de los pintores. Pensemos que para 1990, toda difusión de una fotografía era privilegio de los fotógrafos profesionales, galerías o medios de comunicación de finales del siglo XX. Ambos paradigmas se rompen con esta imagen.
En 2010 se funda Instagram, plataforma para compartir imágenes de manera instantánea y que revolucionó también nuestro ecosistema en redes sociales.
Esta es una plataforma que, en menos de una década, llegó ya a mil millones de usuarios en activo. Lejos, lejos, se ven las “Horribles Cernettes”, que abrieron el camino hace casi tres décadas. Pero siempre es importante hacer memoria para valorar el presente.
Hoy, la suma de una cámara en nuestros celulares, más la conexión 4G y el acceso a Internet, hacen de nuestra vida tecnológica un contexto ilimitado de hiperconectividad que nos trae al borde de la adicción en un océano de imágenes ilimitado que ha reducido el tiempo de contemplación a menos de un tercio de segundo por imagen en la red. Peor también nos permite ver en tiempo real las imágenes que llegan de Marte en un instante.
Así las cosas, mientras el invento de la fotografía está por cumplir 200 años en el 2026, la triple W apenas cumple 30 años en este marzo. Juntos son dos de los más grandes acontecimientos que transformaron nuestra visión del mundo y la enorme facilidad de la que gozamos hoy para comunicarnos al instante. Ambos inventos cambiaron el paradigma de la sociedad moderna. Celebremos pues.
PD. No lo olviden, Sony se suma a nuestro PhotoWorkshop en Nueva York con cámaras MirrorLess de última generación que se les prestarán a todos los participantes del viaje que estamos organizando para viajar a Manhattan para mayo de este año. El cupo es limitado. No se queden fuera. Hagamos foto juntos, viajemos y sumemos vivencias reales a nuestra vida.
