El Cascanueces regresará al escenario del Auditorio Nacional de la Ciudad de México con un nuevo diseño de escenografía, vestuario e iluminación que promete sorprender al público amante del ballet clásico.
Roberto Vázquez, subdirector general del Instituto Nacional de las Bellas Artes (INBA), presidió el panel de la conferencia de prensa en la que estuvieron presentes Mario Galizzi, director de la Compañía Nacional de Danza (CND); Srba Dinic, director de orquesta; Sergio Villegas, diseño de escenografía; Laura Rodé, diseño de iluminación, además de los primeros bailarines Ana Elisa Mena y Angenis Montalvo.
Fue el directivo del INBA quien explicó que para esta renovación se destinó un gran presupuesto para las modificación del espectáculo visual, esto con la intención de que dicha inversión en la escenografía permita su durabilidad, como lo fue en la primer versión de El Cascanueces.
Para la producción de esta nueva versión se respetó el trazo de la coreografía original de Nina Novak, basada en la creación de Lev Ivanov, con la música completa de Piotr Ilich Chaikovski.
“El mayor reto de esta producción es el tamaño del Auditorio Nacional. Todo lo que nosotros hacemos en teatro es de cierto tamaño, en el Auditorio es cinco veces más grande”, comentó Sergio Villegas, quien aseguró que en esta ocasión se abrirán todas las localidades para que el público pueda disfrutar del espectáculo desde cualquier punto.
Explicó que el nuevo diseño de la escenografía le permitió jugar con los populares huevos Faberge para trasladar El cascanueces de la Inglaterra Victoriana, a la Rusia Zarita, época en la que se escribió el ballet originalmente.
Por su parte los bailarines aseguraron que será un reto adaptarse al nuevo vestuario, pues para ellos es importante la movilidad en movimientos y cargadas.
Como parte de las tradiciones navideñas, el ballet clásico se presentará los días 15, 16, 17, 21, 22 y 23 de diciembre en el Coloso de Reforma, con funciones a las 17: 00 y 20:00 horas.
El Cascanueces fue estrenado por primera vez el 17 de diciembre de 1892, en el teatro Mariinsky de San Petersburgo.