Vestimenta de pueblos indígenas, ventana a su cultura: Walther Boelsterly

Agencia NTMX

  · martes 9 de mayo de 2017

aalvarado

Las vestimentas que portan los pueblos indígenas, con sus elaborados diseños, tienen una importancia invaluable porque sus dibujos permiten una rápida lectura visual de su cosmogonía; el lugar, la importancia y el rango que pueda tener el personaje que usa la indumentaria y la biodiversidad donde habita, aseguró Walther Boelsterly.

En entrevista, el especialista en el tema y director del Museo de Arte Popular (MAP) definió a esos pueblos que conservan sus vestimentas tradicionales como “unos magos” por la forma en que fusionan la iconografía y todo este simbolismo que conservan sus culturas.

Para la confección de esos retablos, ventanas a las culturas originarias, explicó en primer lugar, se debe destacar que México posee una enorme cantidad de pigmentos naturales que dan una gran paleta de colores para el trabajo artesanal en los textiles.

Recordó que el oficio de tinturero tuvo mucha importancia en la época prehispánica, y que en el mismo status se ha mantenido hasta la actualidad gracias a esta gama de tonos.

Además, existe también una enorme variedad de materias primas en la cual se puede aplicar esa paleta, de la que resaltó el llamado algodón prehispánico, obtenido de la especie autóctona Gossypium Hirsutum, perteneciente a la familia de las Malvaceae.

Esta variedad local, a la que se pueden agregar las fibras obtenidas de la ortiga de agua, ixtle de maguey y otras fibras toscas, fue enriquecida por la conquista y los productos de animales que llegaron con los ganados bovino, vacuno y equino.

En este marco, las vestimentas y los bordados son entre los grupos originarios no solo un identificador de las diferentes etnias sino también en su interior de los varias familias y rangos sociales que las conforman, destacó Boelsterly.

“En el caso concreto de los huicholes, los bordados y la altura en la que van los bordados van determinando los niveles sociales del mayordomo o de la persona que los va portando, y obviamente se va enriqueciendo todo esto con la iconografía que se tiene alrededor”, puntualizó.

Al respecto, mencionó que quienes realizan estas vestimentas adornan los motivos mencionados con diseños inspirados en la naturaleza que les rodea, la flora y la fauna del lugar, lo que significa que las poblaciones del norte desarrollan elementos más apegados a la vida desértica y los del sur-sureste a la tropical.

Igualmente, los significados que se dan a esa flora y fauna van a determinar los niveles y los rangos de la persona que porta una vestimenta. Por ejemplo, para los huicholes una de las plantas más relevantes es el peyote y de la fauna el águila, la serpiente y el venado.

Estos elementos, detalló, para ellos están representando a la tierra y el subsuelo, así como al aire. Y esta cosmogonía que se va plasmando en las diferentes regiones de la República mexicana tiene mucha relación con lo que se va haciendo en los bordados.

Citó también como ejemplo los tejidos y textiles de los Altos de Chiapas que se encuentran actualmente en exhibición en el MAP, cuyas grecas y dibujos detalladamente elaborados reflejan la morfología y fauna de la región, y lo mismo pasa en otras partes del territorio nacional.

Respecto al Estado de Oaxaca, recordó que es la zona con mayor número de etnias, alrededor de 16, por lo tanto cada una de ellas se identifica y marca diferencia de las otras a través de los colores, motivos y grecas plasmados en las vestimentas que utilizan.

Así, existe en el país una gran diversidad en la paleta de materiales, en los motivos de los bordados y también en los textiles que se elaboran para vestir, subrayó quien fue coordinador nacional de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes de 1997 a 2000.

De esta manera, al mismo tiempo los motivos y figuras de estos tejidos, y las formas en las que están diseñadas, tiene una significación con la cosmovisión de los grupos originarios, la posición del hombre ante la vida, las creencias religiosas, el universo, la tierra, el inframundo y el aire, subrayó.

Al retomar el ejemplo de los huicholes, dijo que tienen mucha relación con aspectos como “en dónde estoy parado, a quién le debo mis respetos, las teologías que tengo con qué convivir y a quién debo darle mis servicios. Todo esto va relacionado”.

En síntesis, los diseños de las prendas de vestir de los pueblos originarios de México, son un retablo y un libro abierto para quien sepa leer lo que se está planteando y con quién se está hablando, destacó quien también se ha desempeñado como director del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Respecto al uso en otros contextos de estos motivos de los pueblos originarios, como los cinturones de campeonato de pugilismo o los diseños de ropa de moda, Boelsterly señaló que existe por una parte la postura de conservación tradicional y ortodoxa de ciertas artesanías.

Pero por otra parte se debe entender que esta tradición evoluciona, y si este paso se da en el extranjero, más que quejarse de que sea fuera del país se debería uno preguntar por qué no fueron los propios mexicanos quienes lo hicieron.

“Esta evolución de la artesanía y esta manera de aplicarlo en la moda actual es completamente válida”, asentó al considerar que los hacedores de este arte tradicional deben realizarlo en el contexto que la modernidad proporciona.

Así, acotó, su conservación de una manera tradicional, ortodoxa, y su promoción a través de la evolución de estos diseños con los elementos de la modernidad, son válidos, y lo que las autoridades deben hacer es que se den las regalías de esos diseños a quienes corresponde.

Subrayó que, por ello, es muy relevante la posición que ocupan quienes elaboran en las poblaciones indígenas estos dibujos, estos textiles, estas vestimentas, porque su trabajo da información del grupo étnico al que pertenece, región, estrato social que ocupan quienes las portan, y para apreciar su verdadera riqueza, no se debe perder el contexto al que pertenece, finalizó.