En un mes, más de 600 personas respondieron a la convocatoria del Museo del Objeto del Objeto, MODO, que invitaba a compartir digitalmente una fotografía de eso que ha marcado su cuarentena en casa, acompañado por una breve historia explicando las razones de la selección. Un primer centenar, elegido por el equipo de expertos del museo, ya está disponible online.
"Nos sorprendió la cantidad de fotografías y lo emotivo de las historias. Nos dimos cuenta que sí tocamos fibras sensibles en estos momentos de confinamiento y que resultó ser un buen mecanismo para que pudieran no sólo compartir, sino sacar sentimientos", cuenta Paulina Newman, directora del MODO.
"Necesitábamos crear algo no sólo a disposición de los visitantes, sino que también pudiéramos recibir de ellos sus pensamientos y sentimientos", explica la directora.
"El MODO lo que hace es resguardar la historia a través de los objetos", continúa Newman; este momento histórico es una oportunidad de registro, como ya antes hicieron con otras muestras, como la de 2018 sobre la historia de la democracia, que registraba hasta aquel año electoral y en la que la gente expresó sus ideas sobre la democracia, o la intención del voto.
Pero en este caso, "es un recuento de historias de las personas; hace tiempo tuvimos una exposición que trajimos de Croacia, que se llama El museo de las relaciones rotas y eso nos sirvió como inspiración, porque hicimos una convocatoria para que la gente nos contara sus historias de rompimiento, también a través de la donación de un objeto", relata.
"Una persona envió la foto de un robot que construyó y dice que llevaba muchos meses intentándolo, pero ahora gracias al confinamiento le pudo dedicar el tiempo para hacerlo; vi varios pads de yoga y me sorprendió cómo cada historia es diferente, porque el objeto en sí mismo no tiene valor, vale por lo que significa para cada uno de ellos. También cosas que tienen que ver con cocinar, se ve que en nuestra cultura mucho gira alrededor de la comida y el momento de convivir; o de hobbies, que antes no tenían tiempo de practicar, hay historias muy bonitas, por ejemplo, una que empezó a bordar y su mamá le regaló la caja de bordado de la abuela; bordó, bordó, bordó, hasta que se acabó todos los hilos de la abuela".
Los criterios de selección del material fueron la emotividad, la originalidad, lo divertido de las historias y que fueran de interés. "Se hizo un cuestionario de calificación y se seleccionó numéricamente, cada historia tuvo mínimo dos lectores y se seleccionaron para la primera entrega los objetos que tuvieran la más alta calificación en alguno, o varios de los criterios", explica Paulina Newman.
"En el momento que la persona nos platica quién se lo dio, a quién le recuerda, o por qué lo utiliza, la parte emotiva les da un peso", concluye la directora.
La convocatoria permanecerá abierta durante julio en el micrositio https://www.elmodo.mx/participa-los-objetos-del-confinamiento/
La muestra está en https://www.elmodo.mx/los-objetos-del-confinamiento/
Los criterios de selección del material fueron la emotividad, la originalidad, lo divertido de las historias y que fueran de interés