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De pronto los espíritus primitivos y sin cepillar se sorprenden que una joven oaxaqueña, por ser de raíz, trascienda su propio espacio y alcance el triunfo ‘a pesar de que…’
Joel Hernández Santiago
De pronto los espíritus primitivos y sin cepillar se sorprenden que una joven oaxaqueña, por ser de raíz, trascienda su propio espacio y alcance el triunfo ‘a pesar de que…’
Y le ponen todos los peros del catálogo de la ignominia, para descalificarla por su origen étnico, porque la expresión de su mirada no pasó por las aulas de la actuación profunda; por su origen natal y porque simple y sencillamente se ven en el espejo de Blancanieves que les dice que hay por ahí una mujer más talentosa que ellos y ellas, que se llama Yalitza Aparicio, que es de origen mixteco; que es maestra de escuela y que en el mundo hoy mismo se le ve con admiración lo cual, en su arrogancia inútil, no toleran y acusan minusvalía.
Poco saben, ellas y ellos arrogantes, que viene de un mundo en el que la historia, la tragedia, los quebrantos, las luchas y las puestas en pie después de la batalla son el pan cotidiano, como lo es que de ahí, de esa tierra y de ese aire y luz han surgido grandes seres humanos que después de la batalla han endulzado la vida de todos en México y que ilustran e iluminan su propia vida y la de quienes miren a lo lejos, hacia Oaxaca.
En todo caso, ya se sabe que Oaxaca nunca pasa desapercibido. Es histórico. Es de origen. No es por nada que los antiguos oaxaqueños se asentaran en esas tierras, cañadas, montañas, playas, altiplanos y llenaran el guaje con agua que sólo se bebe ahí, para la grandeza del espíritu. Porque Oaxaca se baña de cultura, de su propia esencia y genera hombres y mujeres que se vuelcan en el arte: y son muchos, como veremos.
Cuando llegó a tierras americanas fray Manuel de Navarrete, al que hace alusión Alfonso Reyes en su obra y quien parafraseamos, a la vista del esplendor de aquella Oaxaca incipiente, todavía Nueva Antequera, no pudo más que exclamar: ‘Aquí hay una luz resplandeciente, que hace brillar la cara de los cielos’.
Los misioneros que habrían de catequizar a los mixtecos, zapotecos, triquis, amuzgos y tantos más, de los que aún existen en Oaxaca 16grupos étnicos, lo hicieron con frecuencia a través de la música, ‘para facilitar las cosas’. De ahí la propagación de bandas musicales en los 570municipios y en cada una de las regiones del estado: la de la Costa, SierraSur, Istmo, Cuenca del Papaloapan, Sierra Norte, Cañada, Mixteca y VallesCentrales. La música se hace ahí desde los primeros años de vida.
Pero ya se percibía el arte porque vieron que quienes estaban ahí, construyeron edificios sólidos y con grados de arquitectura superior, como se ve en los vestigios de Monte Albán, Mitla, Yagul… Todos influidos por sus creencias religiosas y en base a la naturaleza y su cultura… porque cuando se bajaron de los barcos los primeros españoles ahí ya había cultura muy antigua… Nola trajeron. La encontraron y se fundieron.
Ya estaban ahí los antiguos oaxaqueños zapotecas por lo menos desde 900 años antes de Cristo y habían dado sentido a su cultura y a su sentido de la vida. Los mixtecos 1,300años a.C.: Los zapotecas aseguraban que nacieron directamente de las rocas, árboles y de los jaguares. Eso les daba lucidez, fortaleza, trascendencia y astucia.
Los mixtecos dicen que son miextecapan, que quiere decir Pueblo de Nube o Ñuu Savi que significa Pueblo de Lluvia. Eso son en la sierra mixteca de Oaxaca, que ocupa casi el 52% del territorio oaxaqueño y de donde está Tlaxiaco, que es en donde nació Yalitza Aparicio.
Pero eso: Artistas había en Oaxaca desde antes de laConquista. Gente sensible al color en la naturaleza, a la orfebrería en oro(¿Sabía usted que el Palacio Real de España se construyó gracias al oro deOaxaca?), a la creación en piedras preciosas; visiblemente creativos en su arquitectura, en el diseño de sus construcciones –he ahí Mitla-; en sus telares y creación imaginaria, como también en poesía y canto y mucho en la escultura y pintura… El arte colonial de Oaxaca les debe mucho a los artistas indígenas, ysi no, tan sólo hay que ver la iglesia de Santo Domingo, con ángeles prietitos y cachetones… O Tlacolula…
Por esto y más, para bien o para mal, a lo largo de muchos años Oaxaca está en el sueño de muchos y está en la preocupación de tantos.Ambivalente vida la de Oaxaca y su gente, la de antes como la de hoy.
Y sólo un estado tan variado en su composición natural como humana pudo aportar ideas y forjar a una Nación, crear sus propias defensas colectivas; hombres de fuste para el bien del país y gente de trabajo para salir adelante a pesar de los pesares, como han sido por muchos años, y con su excepción, gobernantes incapaces y voraces, como los que han desfilado y desfilan ahí, hoy mismo, como ruedas de molino.
Pero demos otra vuelta a la noria. Así que de pronto se habla de Oaxaca por todo el mundo… o casi. Y no es que antes no ocurriera, puesOaxaca tiene aprestos, fulgores, historia, cultura, arte, artistas hasta por debajo de las piedras, un poco de gracia y otra cosita. Eso es. Se multiplican las alusiones a la tierra del sol, suspiro por verte…
“No, no, no nos moverán… No, no, nos moverán como una roca firme junto al río: no nos moverán”…
Tlaxiaco está en la Mixteca Alta de Oaxaca. En la sierra. En la planicie se percibe un clima templado aunque las montañas que le rodean están cubiertas de pinos y de encinos, que quiere decir que hace frío y hay humedad. En mixteco Tlaxiaco –que es una palabra náhuatl impuesta por los aztecas significa ‘ Lluvia en el juego depelota’--, aunque en mixteco se llama Ndijinu,que es “ Buena vista”, porque eso es:desde Tlaxiaco hay una vista imponente de la sierra, de sus montañas, del cieloque se toca con las manos y sus árboles que les protegen y les da la lucidez suficiente para construir hasta 279 sitios arqueológicos ahí, los que son muestra de arte y cultura.
Por ejemplo, Tlaxiaco –como casi todo Oaxaca- aportó al mundo grandes cantidades de cochinilla, con la que se creó el color púrpurainigualable y perdurable, que por años se exportó al mundo de la plástica. Vincentvan Gogh utilizó cochinilla oaxaqueña para enriquecer su obra, como se ve en muchos de sus cuadros. Por ejemplo el rojo encendido oaxaqueño de su El dormitorio en Arlés.
Arte y cultura están ahí mismo, en Tlaxiaco, de donde han salido Baruch Soriano, el gran violinista, Rafael Reyes Spíndola, periodista fundador de medios, que se suman a los grandes que Oaxaca aporta al mundo:
Ya políticos como Benito Juárez, Porfirio Díaz, los hermanosJesús, Enrique y Ricardo Flores Magón (también de la Mixteca), Matías Romero, Valerio Trujano, José Vasconcelos, Ignacio Mariscal, Antonio de León. Artistas de la plástica como el gran Miguel Cabrera y su arte religioso colonial, Rufino Tamayo, Francisco Toledo, RodolfoMorales, Alejandro Filio que es sangre nueva en la riquísima plástica oaxaqueña.Y muchos más en un estado en donde ‘todos pintan-todos pintan…y yo también’.
Y qué tal la música. Ya hemos dicho que hay músicos hasta debajo de las piedras. En Oaxaca en donde este arte es esencial para la vida, desde que se nace con el himno oaxaqueño hasta que se cierran los ojitos, para siempre: Dios nunca muere de Macedonio Alcalá; o La Canción mixteca de López Alavez y qué tal el súper danzón Nereidas ni más ni menos que de un oaxaqueño como es Amador Pérez Torres… y ladolorosísima Naila de Chuy Rasgado… yÁlvaro Carrillo y toda su galería del bolero… es que “ Tanto tiempo disfrutamos de este amor, nuestras almas se acercarontanto a sí, que yo guardo tu sabor, pero tú llevas también, sabor a mí…”Calma. Calma.
Y qué tal la prosa de don Andrés Henestrosa. Y qué tal la comida oaxaqueña que es Patrimonio de la Humanidad según la Unesco y qué tal el mezcal que hace feliz al corazón y pone los cachetes rojos… Y qué tal… Oaxaca que es todo y es uno mismo… Y es la vida hecha misma. Y la tragedia cotidiana, la pobreza, el quebranto y la dignidad y el orgullo de los oaxaqueños que han salido prestos, adelante, a toda adversidad y que saldrán todo lustre y brillo de su presente…
Y todavía se sorprenden que de Oaxaca produzca arte a raudales, cultura y riqueza. Y que de ahí sea una actriz que hoy está a la vista de todo el mundo –o casi- y que es maestra y que es oaxaqueña y que es de Tlaxiaco y que es mixteca y que es una oaxaqueña impregnada de esa “luz resplandeciente que hace brillar la cara de los cielos”. ¿Algo más?
Nanga ti feud
Ti feud di naga shi
Neguidubi da shi do
Neneshashaga name li
jhsantiago@prodigy.net.mx
De pronto los espíritus primitivos y sin cepillar se sorprenden que una joven oaxaqueña, por ser de raíz, trascienda su propio espacio y alcance el triunfo ‘a pesar de que…’
Y le ponen todos los peros del catálogo de la ignominia, para descalificarla por su origen étnico, porque la expresión de su mirada no pasó por las aulas de la actuación profunda; por su origen natal y porque simple y sencillamente se ven en el espejo de Blancanieves que les dice que hay por ahí una mujer más talentosa que ellos y ellas, que se llama Yalitza Aparicio, que es de origen mixteco; que es maestra de escuela y que en el mundo hoy mismo se le ve con admiración lo cual, en su arrogancia inútil, no toleran y acusan minusvalía.
Poco saben, ellas y ellos arrogantes, que viene de un mundo en el que la historia, la tragedia, los quebrantos, las luchas y las puestas en pie después de la batalla son el pan cotidiano, como lo es que de ahí, de esa tierra y de ese aire y luz han surgido grandes seres humanos que después de la batalla han endulzado la vida de todos en México y que ilustran e iluminan su propia vida y la de quienes miren a lo lejos, hacia Oaxaca.
En todo caso, ya se sabe que Oaxaca nunca pasa desapercibido. Es histórico. Es de origen. No es por nada que los antiguos oaxaqueños se asentaran en esas tierras, cañadas, montañas, playas, altiplanos y llenaran el guaje con agua que sólo se bebe ahí, para la grandeza del espíritu. Porque Oaxaca se baña de cultura, de su propia esencia y genera hombres y mujeres que se vuelcan en el arte: y son muchos, como veremos.
Cuando llegó a tierras americanas fray Manuel de Navarrete, al que hace alusión Alfonso Reyes en su obra y quien parafraseamos, a la vista del esplendor de aquella Oaxaca incipiente, todavía Nueva Antequera, no pudo más que exclamar: ‘Aquí hay una luz resplandeciente, que hace brillar la cara de los cielos’.
Los misioneros que habrían de catequizar a los mixtecos, zapotecos, triquis, amuzgos y tantos más, de los que aún existen en Oaxaca 16grupos étnicos, lo hicieron con frecuencia a través de la música, ‘para facilitar las cosas’. De ahí la propagación de bandas musicales en los 570municipios y en cada una de las regiones del estado: la de la Costa, SierraSur, Istmo, Cuenca del Papaloapan, Sierra Norte, Cañada, Mixteca y VallesCentrales. La música se hace ahí desde los primeros años de vida.
Pero ya se percibía el arte porque vieron que quienes estaban ahí, construyeron edificios sólidos y con grados de arquitectura superior, como se ve en los vestigios de Monte Albán, Mitla, Yagul… Todos influidos por sus creencias religiosas y en base a la naturaleza y su cultura… porque cuando se bajaron de los barcos los primeros españoles ahí ya había cultura muy antigua… Nola trajeron. La encontraron y se fundieron.
Ya estaban ahí los antiguos oaxaqueños zapotecas por lo menos desde 900 años antes de Cristo y habían dado sentido a su cultura y a su sentido de la vida. Los mixtecos 1,300años a.C.: Los zapotecas aseguraban que nacieron directamente de las rocas, árboles y de los jaguares. Eso les daba lucidez, fortaleza, trascendencia y astucia.
Los mixtecos dicen que son miextecapan, que quiere decir Pueblo de Nube o Ñuu Savi que significa Pueblo de Lluvia. Eso son en la sierra mixteca de Oaxaca, que ocupa casi el 52% del territorio oaxaqueño y de donde está Tlaxiaco, que es en donde nació Yalitza Aparicio.
Pero eso: Artistas había en Oaxaca desde antes de laConquista. Gente sensible al color en la naturaleza, a la orfebrería en oro(¿Sabía usted que el Palacio Real de España se construyó gracias al oro deOaxaca?), a la creación en piedras preciosas; visiblemente creativos en su arquitectura, en el diseño de sus construcciones –he ahí Mitla-; en sus telares y creación imaginaria, como también en poesía y canto y mucho en la escultura y pintura… El arte colonial de Oaxaca les debe mucho a los artistas indígenas, ysi no, tan sólo hay que ver la iglesia de Santo Domingo, con ángeles prietitos y cachetones… O Tlacolula…
Por esto y más, para bien o para mal, a lo largo de muchos años Oaxaca está en el sueño de muchos y está en la preocupación de tantos.Ambivalente vida la de Oaxaca y su gente, la de antes como la de hoy.
Y sólo un estado tan variado en su composición natural como humana pudo aportar ideas y forjar a una Nación, crear sus propias defensas colectivas; hombres de fuste para el bien del país y gente de trabajo para salir adelante a pesar de los pesares, como han sido por muchos años, y con su excepción, gobernantes incapaces y voraces, como los que han desfilado y desfilan ahí, hoy mismo, como ruedas de molino.
Pero demos otra vuelta a la noria. Así que de pronto se habla de Oaxaca por todo el mundo… o casi. Y no es que antes no ocurriera, puesOaxaca tiene aprestos, fulgores, historia, cultura, arte, artistas hasta por debajo de las piedras, un poco de gracia y otra cosita. Eso es. Se multiplican las alusiones a la tierra del sol, suspiro por verte…
“No, no, no nos moverán… No, no, nos moverán como una roca firme junto al río: no nos moverán”…
Tlaxiaco está en la Mixteca Alta de Oaxaca. En la sierra. En la planicie se percibe un clima templado aunque las montañas que le rodean están cubiertas de pinos y de encinos, que quiere decir que hace frío y hay humedad. En mixteco Tlaxiaco –que es una palabra náhuatl impuesta por los aztecas significa ‘ Lluvia en el juego depelota’--, aunque en mixteco se llama Ndijinu,que es “ Buena vista”, porque eso es:desde Tlaxiaco hay una vista imponente de la sierra, de sus montañas, del cieloque se toca con las manos y sus árboles que les protegen y les da la lucidez suficiente para construir hasta 279 sitios arqueológicos ahí, los que son muestra de arte y cultura.
Por ejemplo, Tlaxiaco –como casi todo Oaxaca- aportó al mundo grandes cantidades de cochinilla, con la que se creó el color púrpurainigualable y perdurable, que por años se exportó al mundo de la plástica. Vincentvan Gogh utilizó cochinilla oaxaqueña para enriquecer su obra, como se ve en muchos de sus cuadros. Por ejemplo el rojo encendido oaxaqueño de su El dormitorio en Arlés.
Arte y cultura están ahí mismo, en Tlaxiaco, de donde han salido Baruch Soriano, el gran violinista, Rafael Reyes Spíndola, periodista fundador de medios, que se suman a los grandes que Oaxaca aporta al mundo:
Ya políticos como Benito Juárez, Porfirio Díaz, los hermanosJesús, Enrique y Ricardo Flores Magón (también de la Mixteca), Matías Romero, Valerio Trujano, José Vasconcelos, Ignacio Mariscal, Antonio de León. Artistas de la plástica como el gran Miguel Cabrera y su arte religioso colonial, Rufino Tamayo, Francisco Toledo, RodolfoMorales, Alejandro Filio que es sangre nueva en la riquísima plástica oaxaqueña.Y muchos más en un estado en donde ‘todos pintan-todos pintan…y yo también’.
Y qué tal la música. Ya hemos dicho que hay músicos hasta debajo de las piedras. En Oaxaca en donde este arte es esencial para la vida, desde que se nace con el himno oaxaqueño hasta que se cierran los ojitos, para siempre: Dios nunca muere de Macedonio Alcalá; o La Canción mixteca de López Alavez y qué tal el súper danzón Nereidas ni más ni menos que de un oaxaqueño como es Amador Pérez Torres… y ladolorosísima Naila de Chuy Rasgado… yÁlvaro Carrillo y toda su galería del bolero… es que “ Tanto tiempo disfrutamos de este amor, nuestras almas se acercarontanto a sí, que yo guardo tu sabor, pero tú llevas también, sabor a mí…”Calma. Calma.
Y qué tal la prosa de don Andrés Henestrosa. Y qué tal la comida oaxaqueña que es Patrimonio de la Humanidad según la Unesco y qué tal el mezcal que hace feliz al corazón y pone los cachetes rojos… Y qué tal… Oaxaca que es todo y es uno mismo… Y es la vida hecha misma. Y la tragedia cotidiana, la pobreza, el quebranto y la dignidad y el orgullo de los oaxaqueños que han salido prestos, adelante, a toda adversidad y que saldrán todo lustre y brillo de su presente…
Y todavía se sorprenden que de Oaxaca produzca arte a raudales, cultura y riqueza. Y que de ahí sea una actriz que hoy está a la vista de todo el mundo –o casi- y que es maestra y que es oaxaqueña y que es de Tlaxiaco y que es mixteca y que es una oaxaqueña impregnada de esa “luz resplandeciente que hace brillar la cara de los cielos”. ¿Algo más?