Ya será el segundo año con Vance Joseph al frente de los Broncos, y tienen como principal objetivo mejorar la marca negativa (5-11) del 2017.
La temporada de debut como head coach para el ex coordinador ofensivo de los Delfines fue muy dura. Terminaron en el último lugar de la división Oeste de la Conferencia Americana y la incertidumbre creció partiendo desde su quarterback.
Trevor Siemian no fue la solución y ahora lo intentarán con Case Keenum, quien viene de un año más que decente en Minnesota. Claro está que no es un pasador ‘top’, pero puede ser confiable con el arsenal aéreo que tiene a su disposición en Denver. Demaryius Thomas, Emmanuel Sanders y el novato Courtland Sutton, forman un peligroso grupo de receptores.
La defensiva seguirá siendo el punto fuerte de Denver. Von Miller como máximo estandarte deberá recuperar su mejor versión y guiar el camino de la primera selección de este año, Bradley Chubb, quien presionará al pasador contrario desde el sector contrario. Brandon Marshall y el profundo Chris Harris son otras piezas valiosas de un apartado que deberá dar un paso al frente para poder soñar con un boleto a los playoffs. Suena difícil, pero no imposible.
Los Broncos están en plena reconstrucción y lo harán de la mano de Case Keenum, si les funciona la apuesta, volverán a brillar en la AFC.