La vida sin Ezekiel Elliott sigue siendo dura para los Vaqueros, que por tercera semana consecutiva no conocen lo que es la victoria en la NFL. Esta vez, Dallas sucumbió en casa ante los Cargadores de Los Ángeles, con un contundente marcador de 28-6. Con este resultado, las opciones de postemporada para la Estrella solitaria se reducen de manera considerable.
La ofensiva de los Cowboys simplemente no avanza. Dak Prescott fue interceptado en dos ocasiones, y por tercer partido consecutivo no pudo lanzar pase de anotación. Por tierra, Rod Smith y Alfred Morris compartieron acarreos, sin embargo, ninguno pudo imponer un verdadero ritmo en la carrera.
Los Chargers ganaron gracias a una extraordinaria actuación de Philip Rivers. El quarterback completó 27 de 33 pases, para un total de 434 yardas, además de conseguir tres pases de anotación. Con estos números, se quedó cerca de meterse en el Top 5 de mariscales de campo con más yardas en Thanksgiving, el cual lidera el inolvidable Troy Aikman, con 455 yardas en el partido disputado el 26 de noviembre de 1998. Keenan Allen brilló con luz propia, al recibir para 172 yardas, y sumar un touchdown. Por la vía terrestre, Melvin Gordon corrió para 65 yardas.
Los Vaqueros disputaron su partido número 50, desde su primera participación en Thanksgiving, en 1966. La marca para la Estrella Solitaria en el Día de Acción de Gracias quedó en 30 ganados, 19 perdidos y un empate. Tras el descalabro, Dallas queda con una marca de 5-6, lo cual complica seriamente sus aspiraciones de pelear por el comodín. Los Chargers, en cambio, con un récord de 5-6, se acercan peligrosamente a los Jefes, en la lucha por la cima del Oeste de la Americana.