En la intimidad del SoFi Stadium, un grupo de mexicanos trabaja afanosamente en la preparación de los alimentos. Cada día de partido, su misión es ponerle algo del sabor de su tierra a todo lo que cocinan. Es la historia del chef Pancho y del chef Hugo, hombres que hace años decidieron hacer su vida en Los Ángeles, sin pensar que el destino los llevaría a preparar los bocadillos que se comerán en el Súper Bowl LVI.
“Llevo cerca de 35 años viviendo Estados Unidos, siempre en Los Ángeles, trabajé para el Centro de Convenciones, trabajé para un barco muy famoso en Long Beach y se dio la oportunidad de venir a esta gran compañía, antes de venirme aquí trabajé en el Coliseo de Los Ángeles, cuando llegaron los Rams, este es un estadio fabuloso, se puede decir que es el mejor del mundo ahorita”, explicó el chef Pancho en entrevista con el ESTO.
La plática es fluida, a los pies de la cancha, en el Club Social del estadio más caro del mundo, ambos chefs presumen sus creaciones. Es una mezcla exquisita de sabores, hay hamburguesas con forma de torta, hot dogs, pizzas, pero también tacos de barbacoa, burritos, todas aquellas cosas que les recuerdan a su tierra.
El chef Pancho, como le llama su equipo, nació en Guadalajara, la tierra de las torras ahogadas. La pasión por la comida le nació del ejemplo de su madre, que tenía un localito donde preparaba cenas. “Mi mamá tenía un restaurante en México. Cuando yo emigré a los Estados Unidos empecé a trabajar en restaurantes. Como todos empezamos de abajo lavando platos, para empezar a subir de posición en la cocina. Fui a la escuela, para tener mi título de chef, de ahí he venido evolucionando, en la cocina nunca para uno de aprender, la cultura de nosotros en México es inmensa, en especial, especialmente en lo culinario, hay muchos platillos que anteriormente no conocía”.
Junto a Pancho está Hugo, no sólo un buen amigo, sino también un buen cocinero. Juntos evocan una mezcla de sabores. “Es muy bueno encontrar buena gente, que te dé un apoyo, así como chef Pancho y yo nos hemos encontrado con gente que ha confiado en nosotros, hemos demostrado que podemos, por eso es un orgullo conocer gente que piensa en uno”, dice Hugo, mientras se le agolpan los recuerdos, y hasta un amago de lágrimas surge cuando piensa en lo que tuvo que pasar para llegar a donde está. Cuautla, su tierra, luce lejana, pero no olvidada.
“Yo llevo 29 años en Estados Unidos, aquí tenemos nuestra familia, la verdad es un orgullo venir a trabajar, llegar contento e irse contento a la casa. Yo ingresé aquí hace años, cuando llegué a Estados Unidos comencé lavando platos, de ahí fue aprendiendo. Muy rápido salí a preparación, fue escalando, hasta llegar a donde estoy”.
Su historia es como la de muchos mexicanos que trabajan en el extranjero, que comienzan desde abajo y gracias a su esfuerzo encuentran un camino. “Yo estuve trabajando en la misma compañía del estadio de los Angels, en Anaheim, de ahí he aprendido mucho con mi equipo, con mis compañeros de trabajo, estoy muy orgullosos de tener este grupo con el que trabajo, con el chef Pancho, ya lo conocía, pero aquí fue donde nos juntamos, hacemos buen grupo. Es un orgullo, uno como mexicano, traer las raíces de comida, y decir batallé mucho, pero tengo un resultado”, agregó.
Hugo tiene experiencia en esta clase de eventos, antes ya estuvo en el Levi’s Stadium, de Santa Clara, en el Super Bowl 50. Esto, sin embargo, es otra cosa, ahora la responsabilidad cae en ellos. “Este es el segundo Super Bowl que me toca, ya estuve en San Francisco, así que ya tengo la idea de cómo se trabaja, el chef Pancho y yo hemos trabajado día con día para estar bien organizados y todo para el día del evento. Es un orgullo que nos escogieran, aquí estamos sirviéndoles a la gente”.
Junto a ellos hay un grupo de ayudantes comprometidas. Mireya, Yadira, Jessica y Gabriela, y algunos más que hacen del SoFi Stadium, casa del Super Bowl LVI, un hogar con sabor mexicano.
MÉXICO, SIEMPRE PRESENTE
Pancho y Hugo nunca se olvidan de su orígenes. El recuerdo de los platillos de su infancia siempre están presentes en lo que cocinan. La gastronomía mexicana tiene el poder de cruzar cualquier frontera.
“El orgullo de ser mexicanos, uno quiere siempre quiere resaltar ese aspecto, traer siempre la cultura de uno a este país y demostrarle que somos gente buena y que podemos hacer buenas cosas”, dijo Pancho.
El día del partido más importante del año se acerca. Así como los jugadores se preparan para dar el mejor rendimiento, la cocina del SoFi Stadium hace lo propio. Todo está listo para preparar la mejor comida de su vida.
“Estamos trabajando mucho para que la gente venga a disfrutar el evento con nuestra comida y todo eso, y la verdad es que no hay palabras para explicar el orgullo de ser mexicanos. Estamos muy contentos, ya queremos que llegue el día del partido, el domingo para hacer buen trabajo, como siempre lo hemos hecho”, cerró Hugo.
Nota publicada originalmente en el ESTO
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