La halterista chiapaneca Aremi Fuentes subió al podio de los Juegos Olímpicos y se colgó la presea de bronce dentro de la categoría de 76 kilogramos femenil en Tokio 2020.
Fuentes levantó en total de 245 kilogramos, lo que la llevó a ubicarse por debajo de la ecuatoriana Neisi Dajomes, quien levantó 263 kilogramos, al igual que la norteamericana Katherine Nye con 249 kilogramos.
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Con la medalla de bronce de Fuentes, la halterofilia sumó su cuarta presea de la especialidad, siguiendo los pasos de Soraya Jiménez, quien fue la primera mexicana en ganar una medalla de oro en Sídney 2000.
No obstante, aunque esta es la cuarta vez que se gana una medalla en halterofilia, esta ocasión será la segunda vez que se reciba en el podio.
Además de Arimi y Soraya, en Bejing 2008 Damaris Aguirre finalizó en la sexta posición de la competencia; sin embargo, nueve años después recibió la presea de bronce por la descalificación por dopaje.
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Por su parte, en Londres 2012, la sonorense Luz Acosta vivió una experiencia similar, pues terminó en sexto lugar, pero seis años después ganó la presea de bronce luego de que subió tres lugares, debido a que sus oponentes arrojaron un resultado positivo al antidoping.