Muchas de las vialidades en las ciudades mexicanas están llenas de hoyos, es un desafío constante el batallar con los numerosos baches que imperan en calles y avenidas. Con la temporada de lluvias en pleno apogeo, el riesgo de una caída aumenta y la probabilidad de sufrir daños en el vehículo también. Por esta razón, te contamos de qué manera puedes reaccionar oportunamente y librar gastos imprevistos ocasionados por el asfalto maltratado.
Los modelos actuales están preparados para enfrentarse a condiciones adversas del pavimento, pero la acelerada aparición de agujeros provocada por el tránsito y la acumulación de agua, los vuelve imposible de evitar; los encharcamientos pluviales son determinantes para no detectarlos.
Tan solo en lo que va del año, el equipo de infraestructura vial de la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México ha reparado 30 mil 337 baches en redes primarias mientras que algunos municipios del Valle de México contabilizan más de ocho mil reportes relacionados.
Cuando el auto cae en el hundimiento las consecuencias van de leves a graves, todo depende de factores como el tamaño, la profundidad o bien la velocidad con la que se da el impacto. Las afectaciones más comunes ocurren en las llantas, con pinchaduras, chipotes, hasta rines doblados o quebrados. Si el golpe fue intenso, el efecto puede causar problemas en la suspensión, la dirección e incluso, comprometer la circulación del auto.
La responsabilidad para que estos agravios se puedan cubrir, requiere de precisión al documentar la situación, como la ubicación del incidente, las leyes locales, y si se comprueba negligencia por parte de la entidad responsable del mantenimiento de la vialidad. Los gobiernos tienen programas para indemnizar a quienes presenten una reclamación, además las aseguradoras también ofrecen coberturas que reducen el gasto a través del pago de un deducible. En estos casos, solo las pólizas con cobertura amplía o plus interceden por daños materiales; no aplica en básicas ni de responsabilidad a terceros
En el caso de la Ciudad de México se debe reportar inmediatamente para que un especialista o ajustador acuda para una evaluación y así emitir una cédula de perjuicios. La respuesta se dará en un plazo de 10 días.
Es importante señalar que el programa no cubre daños causados por coladeras destapadas, ni aquellos que ocurran mientras el conductor está bajo los efectos del alcohol o drogas. Tampoco se incluyen gastos médicos ni daños a bicicletas.
Para los automovilistas con placas foráneas, existe un procedimiento alternativo que implica acudir al Juzgado Cívico, y en caso de lesiones, al Ministerio Público, antes de dirigirse a la Agencia de Gestión Urbana.
EN LUGAR PRIVADO | Si el percance ocurre en un estacionamiento, el propietario del lugar podría ser responsable al no tomar medidas para repararlo
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