Sin duda, México es un país apasionado por el deporte motor. Cualquier que sea la categoría, siempre habrá aficionados que disfrutan de la velocidad y la adrenalina que se producen al escuchar rugir los motores.
La antesala al Gran Premio de México es la Carrera Panamericana, que estuvo de manteles largos al cumplirse 30 años de ser el evento de autos clásicos nacional de mayor difusión y proyección a nivel mundial, a través del turismo deportivo.
En ese sentido, en esta edición, la competencia reunió a pilotos de 10 países, lo que genera una derrama económica muy significativa para los estados por los que pasa la ruta, tal como nos explicó la directora de Promoción Turística de Querétaro, Halina Gama.
Por segundo año consecutivo, el banderazo de salida de esta icónica carrera se dio en este estado del centro país, donde se realizaron algunas prácticas previas en el Autódromo de la capital, así como un recorrido a Bernal, para que en la noche de 12 de octubre, se reunieran los pilotos en un sitio emblemático como lo es el Acueducto de Querétaro.
“La gente espera este evento muy contenta porque tiene la oportunidad ver de cerca autos clásicos, conocer a los pilotos y poder tomarse una foto, lo que genera una gran expectativa en los queretanos y en los demás estados de la República por donde pasa la ruta”, agregó Gama.
La funcionaria destacó que el Autódromo de Querétaro ha sido un detonador para actividades no solo del deporte motor, sino del sector automotriz como tal. “En las instalaciones del Autódromo se llevan a cabo varias competencias como la Nascar, algunos rallies, la misma Panamericana. Por si fuera poco, también algunas marcas automotrices lo han solicitado para realizar sus pruebas de manejo y algunas presentaciones de autos”, añadió.
Sin duda, la Carrera Panamericana es un certamen automovilístico de trascendencia no solo para el deporte motor en nuestro país, sino también como motor de promoción del mismo en el mundo.