A lo largo de la historia del automóvil, han existido autos que se han ganado un lugar privilegiado, ya sea por sus prestaciones, porque permitieron movilizar una nación o por sus altas ventas; sin embargo, solo la Chevrolet Suburban tiene el título de ser el vehículo más longevo en producción: 85 años.
Ahora, la décimo segunda generación por fin vio la luz, y lo hace con mejoras en todos los apartados, desde la parte mecánica hasta la tecnológica, sin olvidar las modificaciones para que los ocupantes viajen de manera segura y confortable.
A simple vista la evolución es evidente, pues si bien conserva los trazos cuadrados y rectos que la han caracterizado, respeta la fórmula agresiva de Cheyenne, donde la geometría de la enorme parrilla destaca en la parte frontal que se integra a un juego de rediseñados faros LED en forma de C. La parte trasera mantiene las calaveras verticales aunque con una profunda actualización y la elegancia propia de un SUV full size.
Otra de las grandes evoluciones suceden al abrir la puerta para adentrarnos en el habitáculo, donde destaca la calidad y el lujo, protagonizada por una generosa superficie forrada en piel, incluida en buena parte del tablero, donde brilla la pantalla táctil a color de 10 pulgadas de serie en todas las versiones.
En cuanto a la parte mecánica incluirá dos opciones, un V8 de 5.3 litros atmosférico para las versiones de entrada, capaz de generar 355 caballos de fuerza y 383 libras-pie de torque; y otro motor más potente V8 de 6.2 litros con 420 hp y 460 libras-pie, ambos acoplados a una transmisión automática de 10 velocidades la cual se manipula por medio de una botonera.
Chevrolet Suburban ha visto pasar 12 generaciones, estará disponible en nuestro mercado durante el primer semestre del 2020.
DESTACADOS
- 10 MILLONES DE UNIDADES VENDIDAS.