La llanta es la única parte del vehículo que tiene contacto directo con el suelo, también es la que recibe toda la carga y aun así garantiza el movimiento de la unidad, para que puedas ir a donde quieres con confort y seguridad. Para que las llantas puedan cumplir con sus objetivos y tengan un buen desempeño, es válido recordarles sobre algunos cuidados importantes que deben tener con ellas, incluso saber cómo identificar cuando deben cambiarlas.
Checa la presión de sus llantas una vez por semana o al menos a cada 15 días: Cuando las llantas estén frías. No olvides checar la llanta de repuesto o refacción. Recuerda que el fabricante del vehículo especifica la presión de inflado adecuada para sus llantas y pueden ser consultadas a través del manual del propietario del vehículo, o en la etiqueta que se localiza en el marco de la puerta del conductor, o en la tapa del acceso para cargar combustible o en algunos casos en el interior de la guantera de algunos vehículos.
Realiza los servicios de geometría en el vehículo al menos cada 10 mil kilómetros recorridos: Los servicios de alineación y balanceo de las llantas garantizan un buen comportamiento dinámico durante su aplicación y evita desgastes irregulares que puedan disminuir la vida útil de las llantas.
Es recomendable también hacer el servicio de rotación de las llantas cada 5 o 10 mil kilómetros, de acuerdo con las orientaciones del fabricante del vehículo. Este procedimiento contribuye en el aumento de la vida útil de las llantas, ya que el objetivo es que todas estén siempre con un desgaste uniforme entre ellas. Este procedimiento debe ser entendido por el usuario como un procedimiento preventivo y no correctivo.
Has inspección visual frecuente en sus llantas para verificar si presentan algún tipo de daño o avería: pinchazos, cortes, burbujas por impactos, abultamientos, señales de presión baja o de sobrecarga, etc. En caso de que sea identificado alguno daño, recomendamos que haga el proceso de reemplazo de llanta lo más pronto, porque las averías pueden comprometer la estructura de la llanta.
Evita conducir sobre baches, bordes, banquetas o cualquier objeto extraño en el camino: El contacto o impacto en esos objetos pueden dañar el producto y provocar que sea retirado de servicio antes de que termine la vida útil de la llanta.
Obedece los límites de velocidad: el exceso aumenta el calor y la tasa de desgaste de las llantas. Así que evita los arrancones y también las frenadas bruscas, que pueden ocasionar desgastes irregulares en la banda de rodamiento de sus llantas.
No sobrecargues al auto: Las llantas tienen una capacidad de carga, entonces no cargue el vehículo con más peso de lo previsto por el fabricante, consulte el manual del propietario para consultar la carga y peso máximo del vehículo.
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Revisa los indicadores: Todas las llantas tienen indicadores de desgaste en los surcos de la banda de rodamiento, esos indicadores son conocidos como TWI (Tread Wear Indicator), miden 1.6mm de profundidad de surco, lo que informa que la llanta llegó al límite de desgaste. Para garantizar el mejor desempeño tanto en piso seco como en piso mojado, la recomendación es que la llanta sea cambiada con 3mm de profundidad del surco.
En el momento de cambiar sus llantas, es importante respetar las especificaciones técnicas indicadas por el fabricante de su vehículo, tales como medida, índices de carga e índice de velocidad. Haciendo eso, garantiza que el producto no tendrá ningún impacto en el desempeño de la llanta o del vehículo.