Hablar de la división deportiva de Toyota es hacerlo de una carrera exitosa dentro del deporte motor, tanto en las competencias de resistencia como en el WRC, y gran parte de ese ADN está presente en el GR Yaris; cuyas especificaciones llaman mucho la atención en el papel, pero que una vez que tomas el control desde el asiento del conductor, las sensaciones que ofrece son dignas de un auténtico coche deportivo.
Por fuera, este hatchback de 3.99 metros de largo, 1.80 de ancho y 1.45 de alto no puede ocultar su estilo agresivo, comenzando con un frontal que presume de una enorme entrada de aire en la parte inferior de la fascia, que permite ver el radiador para refrigerar el motor y otros sistemas.
En las vistas laterales, nuestra mirada de inmediato se dirige hacia las salpicaderas muy ensanchadas que dan continuidad a los faldones inferiores, que permiten alojar un juego de rines de aluminio de 18 pulgadas, montados sobre neumáticos deportivos de bajo perfil.
En la parte trasera, no menos impactante, destaca el difusor inferior de la fascia que hace espacio para un par de salidas circulares del sistema de escape, el diseño de las calaveras así como el alerón ubicado en la parte superior de la cajuela destinado a mejorar el flujo de aire en esta zona y obviamente a darle un toque más rabioso a todo el conjunto.
El interior luce sencillo; sin embargo, cuenta con elementos que denotan que estás abordo de un coche especial, como los asientos de tipo cubo forrado en piel sintética, con costuras rojas que ofrecen un buen contraste, que brindan un extraordinario soporte lateral, muy necesario cuando el GR Yaris está dando lo mejor de sí en la pista sin que el cuerpo se mueva de un lado al otro.
El volante es grueso y permite una buena sujeción, lo que mas nos gustó del habitáculo es el pomo de la palanca de velocidades, porque grita por todo lo alto que equipa una transmisión manual y con eso nuestro día ya está hecho.
Presionamos el botón de encendido y el pequeño motor de tres cilindros de 1.6 litros turbocargado cobró vida con un rugido muy al estilo de los rallies. Es pequeño, sí, pero no debemos subestimar, porque este bloque es capaz de generar 257 caballos de fuerza y 266 libras-pie de torque a las cuatro ruedas, acoplado a una transmisión manual de seis velocidades.
Un tren motriz que le permiten al GR Yaris llevar de cero a 100 km/h en 5.5 segundos sus apenas 1,310 kilos de peso, y esa es una de sus grandes virtudes: su ligereza. En movimiento, desplazándonos sobre un circuito trazado en las instalaciones de Off Road México, comenzamos a disfrutar este hot-hatch.
Los únicos elementos que comparte con el Yaris convencional son los faros, calaveras, espejos retrovisores y la antena; el eje delantero también, aunque con algunas modificaciones que pudimos poner a prueba.
El propulsor tiene una entrega de potencia moderada hasta las 4,000 rpm, momento a partir del cual muestra mucha brutalidad. La transmisión tiene un tacto muy mecánico, con desarrollos cortos y muy precisos, que suman para que la sensación de aceleración sea aún mayor.
Es tan rápido y ágil que en varias ocasiones, entras a una curva bastante más rápido de lo recomendable. Parece mentira que un coche tan pequeño, con una distancia entre ejes tan corta, transmita tanta confianza al volante.
Por cierto, es necesario aclarar que, aunque está homologado para cuatro ocupantes, los asientos traseros son muy pequeños para personas que midan más de 1.70 metros de altura, porque la altura libre al techo es muy escasa.
De ahí en fuera, el Toyota GR Yaris en un coche que cualquier amante de los deportivos y de generar altas dosis de adrenalina debe considerar seriamente.
Aquí viene la mala noticia: las 300 unidades que llegaron a México ya están vendidas, sin embargo, Toyota te invita a registrarte y permanecer en una lista de espera, en caso de que algún proceso de compra no se complete satisfactoriamente, recuerda que la esperanza muere al último.
Ficha técnica
- Motor 3 cil. 1.6L
- Potencia 257 hp
- Torque 266 lb-pie
- Transmisión Manual 6 vel.
Precio $699,900.