Salvo por su nombre y apellido, no hay nada que vincule al anterior Yaris sedán con esta generación; esta reciente entrega presume de equipar una nueva plataforma y un atractivo diseño, que más que compararlo con el Corolla, nos recuerda a su hermano mayor Camry.
Por fuera, destaca el reciente lenguaje de diseño de la firma japonesa con trazos rectos y angulados, como el frontal, donde la parrilla aparece dividida en dos secciones para dejar al inferior mayores dimensiones y la tarea de refrigerar el motor. La parte trasera llega con caída tipo coupé, que nace desde el poste B y termina hasta el extremo de la cajuela.
Si bien prácticamente mantiene sus dimensiones a lo largo, la distancia entre ejes creció siete centímetros, lo que se traduce no sólo en la mejor calidad de marcha, sino en una distribución de los elementos del habitáculo superior. En ese sentido, el interior es espacioso, con una postura de manejo cómoda y fácil de encontrar; con materiales que deleitan la vista y el tacto.
En movimiento, se siente sólido y robusto, un coche hecho para enfrentar los trayectos diarios sin timidez. Además, al manejarlo se siente un plus, aunque bajo el cofre mantiene el mismo propulsor de cuatro cilindros atmosférico de 1.5 litros, que genera 107 caballos de fuerza y 104 libras-pie de torque al eje delantero; este va acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades o automática CVT.
En términos de arranque, hay una recalibración en la transmisión que ayuda a sentir un primer impulso más enérgico cuando se toca el acelerador desde alto total, para después mantenerse relajado en una clara orientación hacia la eficiencia en el consumo de combustible, una de sus cartas fuertes de presentación de este modelo, a lo largo de su historia.
FICHA TÉCNICA
- Motor 1.5L, 4 cil.
- Potencia 107 Hp
- Torque 104 lb-pie
- Transmisión CVT
Versión y precio: S CVT $338,900