Una vez más Volkswagen lo ha vuelto a hacer y nos ha dado otro duro golpe en el corazón. Y es que en la historia de la firma alemana en nuestro país, han sucedido episodios que nos pegan directamente en la nostalgia, como el fin de la producción del vocho, después del Beetle y ahora del Golf.
De momento no sabemos si la octava generación de este legendario vehículo, la cual ya se vende en Europa desde hace tiempo, llegue a nuestro territorio, de modo que, ante la incertidumbre, esta prueba de manejo se tornó muy especial para nosotros, y tratamos de disfrutar al máximo la experiencia a bordo.
Ante nosotros el GTI luce orgulloso, vestido en ese llamativo color azul que resalta todos los detalles en el exterior, a pesar de que ya existe una nueva generación. En la parte frontal destaca la línea roja que cruza la parrilla de forma vertical y que incluso se integra a los faros, mientras que la enorme entrada de aire inferior de la fascia, le agrega agresividad y mucha deportividad.
Si hay algo que nos encanta de este GTI es que no quiere gritar que es un coche deportivo por su aspecto, al contrario, luce discreto a pesar de los rines de aluminio de 18 pulgadas que calza y del pequeño alerón montado sobre la cajuela.
De hecho, el interior tampoco pretende presumir su deportividad, es más, salvo por los asientos de tipo cubo y el volante deportivo, no existe otro elemento que lo sugiera, lo que sí encontrarás es un habitáculo ensamblado con materiales de buena calidad y mano de obra bien ejecutada, un sello distintivo de los vehículos que se ensamblan en México, así como la pantalla táctil a color de 8 pulgadas del sistema de infoentretenimiento, con conectividad Apple CarPlay y Android Auto.
Es cuando te acomodas en el asiento del conductor, presionas el botón de encendido y desplazas la palanca hasta Drive cuando el GTI saca el pecho para demostrar de qué está hecho. Presionamos el acelerador a fondo y el empuje es muy enérgico, contundente y emocionante, y en menos de un pestañeo estarás viajando muy rápido.
Esto es gracias a que bajo el cofre se encuentra un motor de cuatro cilindros de 2.0 litros turbo, que genera 230 caballos de fuerza y 258 libras-pie de torque al eje delantero, acoplado a una transmisión automática de doble embrague de seis velocidades.
Desde luego que, al ser la variante deportiva del Golf, toda su orientación y carácter están enfocados a ir deprisa sin dificultades, y eso se siente no sólo en la respuesta del propulsor o de la transmisión, sino en la precisión de la dirección, la eficacia en los frenos y una puesta a punto de la suspensión más firme, algo que no significa que s¡no sea cómoda en superficies maltratadas.
Pero lo mejor del GTI es que no es un auto envidioso, pues su configuración de cuatro puertas permite compartir esa increíble sensación de conducir un auto así con familiares y amigos, un auto que muestra un buen comportamiento en ciudad pero que, una vez que le quitas la correa en un carreteras de montaña o en autopistas, sabe cómo emocionarte.
Ficha técnica
- Motor turbo 4 cil.
- Potencia 230 Hp
- Torque 350 Nm
- Transmisión DSG
Precio $619,990