Las clavadistas Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez son la nueva pareja de clavados sincronizados en la plataforma y con dos años tirando juntas ya tuvieron su primer triunfo al colgarse la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Ambas atletas cuentan con una gran experiencia a pesar de su corta edad, Alejandra es medallista olímpica en Londres 2012, ganó la presea argenta junto a Paola Espinosa en sincronizados en plataforma de 10 metros.

Por su parte Gabriela es tercer lugar en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, en plataforma individual y ahora la meta es buscar un boleto a Tokio 2020, pero el objetivo es subir al podio de la justa japonesa olímpica del 2020.

“Estoy muy contenta con la medalla de este año, desde que empezó el ciclo se hizo un proyecto, se trabajó y éste es como el primer filtro del año, el lograr la medalla panamericana en sincronizados con mi nueva pareja (Gaby) y la presea individual significa que se están haciendo bien las cosas”, aseguró Alejandra.

Por su parte, la originaria de La Paz, Gabriela Agúndez aseguró sentirse inspirada al compartir la plataforma ya que considera que Alejandra es una gran atleta.

“Es dedicada, disciplinada y siempre tiene el objetivo claro, eso a mi me inspira y hace que me den más ganas de seguir trabajando y luchando por los sueño que es ir a Tokio”.

JUSTA OLÍMPICA

En su visita al Diario de los Deportistas, las dos jóvenes dejaron claro que tienen mucha calidad en cada uno de sus ejecuciones para poder consolidarse como la mejor pareja mexicana en la plataforma, pero sobre todo con la ilusión de llegar a los Juegos Olímpicos.

“Después de dos ciclos olímpicos y buscar ahora mis terceros juegos a mis 22 años, significa que tengo varias competencia recorridas, mi historia fue al revés, pero he ido sumando con Gaby, y trato de trasmitirle todo lo que he vivido para que ella, que ahora está en busca de sus primeros Juegos Olímpicos lo viva diferente”.

Con tan sólo 19 años, Gabriela, sabe que su carrera va paso a paso, su mayor logro fue la presea de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud del año pasado.